Por orden del fiscal Mauricio Guerrero, efectivos de Gendarmería Nacional están investigando un ataque presuntamente perpetrado por un policía contra un vecino de Villaguay, quien fue blanco de dos disparos efectuados con una Itaca.

La víctima de la salvaje agresión fue Justo José “Nano” Pérez, quien esta mañana relató los detalles del episodio, ocurrido el viernes último cerca de las 23, frente a su domicilio de calle Belgrano.

Pérez ha tenido ya diversos inconvenientes con la policía. Hace algunos meses fue detenido en la vereda de un Supermercado –según él sin una razón sólida- y tras pasar 48 horas en un celda, denunció en los medios las condiciones inhumanas de su encierro. Luego, hace alrededor de 45 días, fue denunciado por uno de sus vecinos y la policía se lo llevó detenido. “Estuve encerrado diez días pese a que la cosa no fue como la contó la policía. Igual me la comí calladito. Pero esta vez se les fue mano”, dijo hoy a este diario.

Según Pérez, el viernes a las 22:40 sintió como que golpeaban a su puerta mientras se encontraba cenando. “Salimos a la vereda y vemos una camioneta de la Policía, parada a media cuadra de mi casa sobre calle Caseros, con dos policías en el interior. Como nadie había golpeado, nos estábamos por volver adentro. Pero vemos que en ese momento la camioneta arranca a contramano, para, hablan entre ellos, dan vuelta el vehículo por Belgrano, y cuando van frente a mi casa escucho que me dicen ‘Tomá este regalo hijo de p…’, y efectúan dos disparos con una Itaca, desde unos 9 metros más o menos. En el momento sentí un dolor y ardor impresionante y vimos que, cobardemente, salen disparando”, describió.

El hombre se metió dentro de su casa mientras sangraba profusamente, pero cuando ya casi se encontraba en el interior, observó que la pick up policial se detenía nuevamente frente a su domicilio, y que uno de los efectivos realizaba dos disparos más.

“Me tiraron cuatro veces: dos veces me impactaron y dos veces no”, indicó.

Alrededor de la medianoche, una ambulancia de ER llegó a hasta su casa y los paramédicos le realizaron las primeras curaciones. Pérez pasó la noche en vela, sin poder dormir a raíz del ardor y el dolor que sentía en los lugares donde habían impactado los perdigones: sus manos, piernas, espalda y genitales.

“Al otro día me entero, cosa que me alegró mucho, que había tomado intervención personal de Gendarmería, que fue hasta mi casa a buscarme, me llevó al hospital e hizo todas las pericias del caso. No sé cómo se enteró pero el fiscal Guerrero decidió actuar de oficio y derivó la investigación en los gendarmes para que ningún policía intervenga en el caso”, narró la víctima del ataque.

El fiscal inició una investigación para esclarecer el episodio y que ya se tomaron varias medidas para recolectar pruebas. Entre otras cosas, se reclamó a la policía el libro de guardias y se practicó la prueba de dermotest (que sirve para detectar la presencia de pólvora en las manos) a todo el personal que se encontraba cumpliendo funciones esa noche.

En tanto, los gendarmes secuestraron prendas y otros efectos. Paralelamente, desde Tribunales se informó que Pérez prestará declaración testimonial mañana.

“Me alegra mucho que la fiscalía haya intervenido de oficio y que se estén haciendo cosas. Creo que, en este caso, sí va a haber justicia. Este cobarde que no merece portar una chapa, una pistola y cobrar un sueldo que pagamos todos, debe tener su castigo”, concluyó Pérez.

Brumatti: “Se está colaborando con la justicia”

El jefe departamental de Policía de Villaguay, Mario Brumatti, informó que, pese a que las pericias las efectúa Gendarmería, la dependencia a su cargo está “colaborando” con la justicia en lo que ésta disponga, para esclarecer el episodio denunciado por Pérez.

Además, Brumatti precisó que se han iniciado actuaciones administrativas al interior de la fuerza, para tratar de esclarecer si en verdad fue un policía el autor de los disparos.

Adicionalmente, el jefe informó que esa noche recibieron dos llamados al 101 denunciando que Pérez se encontraba realizando disparos de armas de fuego. Pero dijo que el móvil que concurrió al lugar no realizó ninguna intervención ya que Pérez estaba en el interior de su casa. “Solamente escucharon insultos y entonces se fueron”, dijo.