Malevivientes se hicieron pasar por empleados de una telefónica y asaltaron a los dueños de una zapatería, en Rosario del Tala. Fue a plena mañana, en calle Urquiza casi Perón, en plena zona comercial, a unos 200 metros de la Departamental de Policía Tala y a menos de una cuadra de Plaza Libertad.

Simularon ser empleados de la empresa Telecom, manifestando a vecinos y comerciantes que trabajarían en la fibra óptica, inclusive subieron a los postes que la telefónica tiene en ese lugar.

Cerca de las 10.15 de la mañana uno de los delincuentes se subió a un poste de la empresa, bajó, y a los pocos minutos comenzó el calvario para la familia Gervasoni: ingresaron a la zapatería aduciendo que tenían que hacer una reparación, solicitaron al empresario una boleta de la empresa telefónica, él les pidió que aguardaran y fue ese el momento que los caco aprovecharon para reducir a punta de pistola, tanto al propietario del negocio, como a su esposa y uno de sus hijos de 8 años.

Los maniataron con precintos y comenzaron a exigirles dinero, el asalto duró entre 10 a 15 minutos, hasta que los malvivientes se alzaron con un botín de aproximadamente 7.000 pesos, celulares, tarjetas de crédito y notebook.

Una clienta que estaba por ingresar al negocio vio cuando los delincuentes salían y, ya en el interior del local, escuchó gritos. Se dirigió al depósito y encontró a todos maniatados, por lo que inmediatamente se llamó a la policía, que en forma inmediata realizó un operativo cerrojo en la zona.

Otros comerciantes del lugar vieron que los cacos se manejaban en una trafic:“Pudimos ver a las tres personas, que iban y venían, pero nunca nos imaginamos esto. Es más, una colega lo estaba por llamar porque su teléfono andaba mal, nosotros no advertimos nada anormal en ellos”

Caso similar
A mediados de febrero pasado, otra familia, domiciliada sobre calle Urquiza a metros de la Avenida Libertad, en pleno centro de Urdinarrain, vivió una situación similar cuando tres hombres llegaron al lugar con la supuesta intención de reparar la línea telefónica descompuesta.

La dueña de casa, Alicia Koch de Berardo, les franqueó el acceso y los trasladó a diferentes dependencias de la finca para que los "trabajadores de Telecom", pudiesen realizar una primera evaluación para posteriormente determinar el origen del inconveniente.

Al regresar de la planta alta, los delincuentes desnudaron su verdadero propósito, ya que exhibiendo armas de fuego y sin violencia física ni verbal, inmovilizaron al trabajador, a la mujer y a dos de sus hijos que se encontraban en la vivienda para inmediatamente recorrer hasta el último rincón en la búsqueda de dinero y elementos de valor. En esa circunstancia, se apoderaron de teléfonos celulares, IPads y un par de alianzas, tras lo cual se dieron a la fuga.