Nicholas Stern, el británico ex economista jefe del Banco Mundial, afirmó que tanto las emisiones de gases de efecto invernadero como causas del cambio climático estaban ocurriendo más rápido de lo que predijo hace siete años.
Si no se producen cambios en las tendencias de las emisiones, el planeta tiene alrededor de un 50% de posibilidades de que la temperatura aumente cinco grados celsius por encima de la media preindustrial en un siglo, apuntó.
"No hemos estado cinco grados centígrados por encima en este planeta en unos 30 millones de años. Por lo que podemos ver que es un cambio radical, fuera de la experiencia humana", afirmó Stern en una charla en el Fondo Monetario Internacional.
"Cuando estuvimos a tres grados centígrados hace tres millones de años los niveles del mar estaban unos 20 metros por encima de dónde están ahora. En niveles de aumento del mar de tan sólo dos metros unos doscientos millones de personas tendrán que trasladarse", señaló.
Stern destacó que otros efectos serán notorios más rápidamente, como la expansión de los desiertos y el deshielo de la nieve del Himalaya, que alimentan los ríos de los que dependen dos mil millones de personas.
Incluso si los países cumplieran las promesas realizadas en la conferencia de la ONU sobre el clima en Cancún, México, en 2010, el mundo estaría preparándose para un calentamiento de cuatro grados, afirmó.
El estudio de Stern de 2006, considerado un trabajo clave a la hora de llamar la atención del público en lo referido al cambio climático, predijo que el calentamiento reduciría el PIB al menos en un 5% por año.
A pesar del lento progreso en las negociaciones internacionales, Stern ve signos de esperanza en un número de países a la hora de poner precio a las emisiones de gases invernaderos.
"Mi propia visión es que 2013 es el mejor año posible para tratar de trabajar y redoblar nuestros esfuerzos en crear la voluntad política que hasta la fecha ha sido muy débil", afirmó Stern.
El prestigioso economista mencionó las intenciones expresadas por diversos dirigentes mundiales, como el presidente de Francia, Francois Hollande, la canciller alemana, Angela Merkel o el presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Las emisiones se han incrementado dramáticamente en los últimos años, en especial las procedentes de países emergentes, como China.