La reducción en la ocupación de mano de obra prevista para la presente temporada es un hecho que preocupa fuera y dentro del sector del citrus.
Pronostican que en agosto se contratarán aún menos trabajadores porque se termina la cosecha de mandarina y la producción de naranja es escasa. Calculan que en la actualidad la cosecha es un 40% inferior en relación con 2012. Afirman que las fábricas ya sienten los primeros efectos del cimbronazo.
Fuentes citrícolas consultadas por el diario Noticias formularon una ecuación sencilla, aunque no menos dramática: menos fruta significa menos empleo. Y sostienen que la situación se podría haber amortiguado si el año pasado los productores hubiesen recibido asistencia financiera inmediata por parte del Gobierno Nacional o Provincial. El otorgamiento de créditos blandos les habría permitido paliar al menos una parte de las pérdidas ocasionadas por la helada caída la temporada pasada.
En esa misma línea, piensan que a pesar de las audiencias gestionadas las autoridades no los reciben, lisa y llanamente por falta de recursos.