En el Juzgado Civil y Comercial Nº 2 de Paraná continúa la etapa de recolección de pruebas en la demanda entablada por los familiares de una nena que murió en un incendio en el 2007 en San Salvador. La denuncia fue contra los bomberos de esa ciudad y contra el Estado entrerriano por una suma (en ese entonces) de 250.000 pesos.
La denuncia fue interpuesta por los abogados de la familia Pereyra quienes entendieron que los bomberos tuvieron un accionar negligente en el operativo contra el fuego.
El abogado de Paraná, Marcelo Baridón recordó a Uno que la población por estos días se encuentra sensibilizada por la heroica tarea de los bomberos voluntarios en Rosario, como en un incendio reciente en Paraná donde tres pequeñas lamentablemente murieron. “Lo que tenemos que decir también es que los bomberos se equivocan, no son infalibles, intocables, como algunos piensan que no se los puede cuestionar o denunciar”.
El letrado alertó que en el juicio iniciado contra los Voluntarios de San Salvador y el Estado provincial se inició la segunda etapa ligada con la conformación de pruebas que son más que importantes. “Luego de esto, esperaremos que la Justicia resuelva el planteo”.
El querellante recordó que todo esto se inició por la desgraciada muerte de Katia Pereyra, una nena de 7 años que dejó de existir a causa de un incendio y de la inoperancia y negligencia de los bomberos.
La demanda fue interpuesta por Alberto Rodolfo Pereyra y su esposa María Inés Ledezma, padres de Katia, contra el Estado de Entre Ríos –en su calidad de titular del poder de policía de seguridad contra incendios– y contra el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Salvador.
En el hecho, se aseguró que los bomberos que estaban a menos de 10 cuadras tardaron más de 20 minutos en llegar, por aparente problemas mecánicos en la unidad, pero se hizo hincapié en que por falta de orden y capacidad, el trabajo fue muy negligente. Además, se alertó que entre el personal de bomberos que participó del operativo había hasta menores de edad.
En la denuncia que se investiga en la Justicia de Paraná, por una cuestión de centralizar la demanda contra el Estado, se alertó que se omitieron “realizar las diligencias mínimas que exige la profesión de bombero que llevó a desplegar una actividad profesional manifiestamente deficitaria. Esto coadyuvó de modo decidido al fallecimiento por asfixia de la hija del matrimonio Pereyra y derechamente impidió que nuestros mandantes rescataran a su hija del fuego”.
La demanda entablaba es por 125.000 pesos en concepto de daño material y otros 125.000 pesos en concepto de daño moral, que en caso de ser aceptada, los montos deberán ser actualizados hasta estos días.
En las testimoniales que se realizaron ante la Justicia de Paraná, quedó constatado que la autobomba “tuvo que ser empujada porque carecía de suficiente batería para arrancar por sí sola y una vez funcionando por sus propios medios, los bomberos se dirigieron a otro lugar, no al domicilio donde se estaba desarrollando el incendio”.
Además, se puntualizó como un dato del desmanejo del operativo, que el padre al ingresar desesperado a la casa, y sabiendo dónde podría estar su hija encerrada y en peligro, se le prohibió, por parte del jefe del operativo de bomberos, avanzar en el rescate, trámite que estaba muy cerca de poder cumplir.
“La orden, bajo ninguna razón, llevó a que Alberto Pereyra intentara ingresar a la habitación por una ventana, pero también le fue impedido. Finalmente ingresó un bombero que rescató el cuerpo de Katia”, se añadió en la denuncia ejecutada hace cuatro años atrás luego del deceso de la menor a causa de la asfixia por la inhalación de sustancias tóxicas.
Baridón explicó que de “haber actuado el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de San Salvador con velocidad, de haber mantenido la autobomba funcionando, de haber actuado con profesionalismo y orden; de haber escuchado al hermano de la víctima (quien decía que la niña estaba adentro de la casa), de haber traído las dos autobombas en lugar de una, de haber tenido un plan de ataque del fuego cerca del lugar donde Katia estaba y no en el frente de la casa, de no haber dado participación protagónica a aspirantes de bomberos, seguramente Katia Pereyra no estaría muerta. Como ninguna de estas conductas estuvieron presentes, sino ausentes, el resultado de la actuación de los bomberos es a todas luces desastroso y concurre decididamente a la causa de la muerte de la menor”.
La larga lista de errores que se pudieron apreciar no solo por testigos, sino también por las imágenes brindadas por medios televisivos y escritos, es que “estuvo lejos la idea de concentrar los esfuerzos en salvar la vida humana que se estaba asfixiando dentro de la vivienda. Se dedicaron a otras actividades que cualquier protocolo lógico indica que pueden ser realizadas con posterioridad”.
“Se constató que vaciaron la carga de agua de la autobomba sin criterio alguno, sin precisar dónde estaba el foco ígneo y no escucharon a la única persona que pudo salir de la casa, quien indicaba que adentro se encontraba ahogándose viva Katia”.
Baridón, más adelante, recordó que el Estado está en mora con la propia Justicia porque no contestó ninguna de las tres intimaciones formuladas para que informara de distintos aspectos relacionados con la relación que tienen con los bomberos voluntarios. “A causa de esto, el Estado incurrió en mora y en la aplicación diaria de multas que en algún momento deberán ser afrontadas”, manifestó para indicar: “Los padres de la nena muerta y nosotros estamos esperando que el tema avance hasta la misma sentencia donde esperamos que se haga eco al planteo que está debidamente justificado y fundado”.
Los querellantes esperan que se comiencen a consolidar los elementos de pruebas -que existen a su criterio-para que la causa llegue a los tramos decisivos después de seis años de espera y una respuesta contundente.
Una respuesta y solidaridad
En el Juzgado de Paraná, las autoridades de bomberos Voluntarios realizar una expresa defensa del trabajo. Se informó que a criterio de los acusados, la causa está plagada de inexactitudes, incongruencias y falsedades. La tragedia que significó la muerte de la pequeña, la misma se habría originado producto de la misma fatalidad del destino.
Se marcó que se actuó dentro de los plazos y los términos normales, ejecutándose la tarea lo mejor posible pero no de modo negligente.
Un aspecto clave
El punto de mayor debate en el Juzgado será la existencia de bomberos menores de edad en el trabajo de sofocación del fuego. Este punto fue atacado por los querellantes con abundante legislación que prohíbe tales prácticas y que en la actualidad el propio Ministerio de Trabajo de la provincia objeta de manera severa con el uso de la jurisprudencia.
Ante esta situación, desde la Federación de Bomberos se solidarizaron con los Voluntarios de San Salvador y le pidieron al gobierno provincial “que se haga cargo de la demanda judicial, como también del pago de la posible condena por entender que la denuncia afectaría a las actividades de todos los bomberos” en el ámbito entrerriano.