La historia de María Selva Cabral tal vez sea como la de tantas otras que no se hacen públicas. De un día para otro un accidente de tránsito le cambió la vida y ahora espera postrada en una cama del hospital San Martín, en Paraná, que una operación le permita comenzar con la recuperación. Aunque para lograrlo depende de que el hospital le consiga un tutor, cuyo valor es de 90.000 pesos. La joven de 22 años lleva casi cuatro meses esperando por una cirugía que nunca llega, luego del grave incidente vial -ocurrido en la localidad de Villaguay- que le provocó una lesión de fémur y rodilla.
 

Su historia llegó a UNO a través de un mensaje de texto, en el que contaba su calvario, que empezó el día que la embistieron cuando viajaba en su motocicleta. “Yo iba en moto, vino un auto y me chocó. Me quebré el fémur y la rodilla”, contó tímidamente María, desde la sala de Traumatología para mujeres.

Una demora que no se explica
 

“Estoy esperando un material que no me llega. Lo compra el hospital, pero sale 90.000 pesos y no quieren firmar de allá arriba, porque sale muy caro”, dijo la mujer, mientras en las camas aledañas sus compañeras ocasionales escuchaban el testimonio. 
 

El material que necesita la muchacha es un tutor, un elemento que protege los huesos y favorece notablemente la rehabilitación. Sin responsabilizar a una persona en particular, la joven denunció que la demora en el trámite se genera “allá arriba”, dirigiendo su demanda hacia a una repartición externa al nosocomio. “Yo quiero que me ayuden, pero no quieren firmar porque dicen que es muy caro”, se lamentó. 
 

Mientras exhibe las huellas que le ocasionó el accidente, el cual la dejó prácticamente inmovilizada, María admitió que la operación depende de una firma en el Ministerio de Salud de la provincia. “Si me llegan a poner un plástico, va a ser una cirugía innecesaria, porque ese plástico se va a romper y van a tener que hacer otra intervención”, advirtió.

Buena atención
 

Pese a su problema de salud, la paciente destacó la labor de los médicos y de las enfermeras. “Estoy sola, de vez en cuando viene mi tía, pero se le hace difícil para viajar”, explicó. 
 

Sin obra social ni trabajo estable, la mujer se esperanza en abandonar el hospital ante de las Fiestas. Desde una cama ubicada enfrente, una compañera de sala gritó: “Se le hacen escaras”. María asintió con la cabeza y lo atribuyó a “tanto estar acostada. Ya no sé qué hacer”. Ante la demora de la cirugía la mujer renueva el enojo: “Me prepararon tantas veces que ya no les creo”. 

La necesidad de una ayuda
 

María Cabral pertenece a una familia de escasos recursos de Villa Clara, en el Departamento Villaguay. Se dedicaba a hacer changas y además trabajaba como niñera. Pero el accidente dejó truncos varios proyectos. Sus únicos familiares son su mamá y su tía. “Hay días que me dan ganas de sacarme todo e irme”, dijo algo angustiada. Pidió que la gente pueda ayudarla “a conseguir la plata”. Las personas interesadas en colaborar pueden hacerlo llamando al 0343-155149328 o acercándose a la sala de Traumatología del hospital San Martín.
 

“Mi familia vende pastafrola o rifas, es la única forma que tienen”, acotó. De buen humor se ilusiona con poder obtener el alta antes de las Fiestas de fin de año.