Al seleccionado argentino sub 17 se le terminó el sueño de lograr el único título juvenil que falta en las vitrinas de la AFA. En la mañana de este martes, la Albiceleste perdió 3 a 0 ante México, en la semifinales del Mundial que se disputa en Emiratos Árabes. Pese a la diferencia final, el equipo dirigido por Humberto Grondona tuvo la posibilidad de ponerse arriba, pero a los cinco minutos el arquero mexicano, Gudiño, le contuvo un penal a Sebastián Driussi. Después, el actual campeón no perdonó y sentenció el juego con dos goles de Ochoa y para colmo de males, sobre la media hora fue expulsado, con total justicia, Joaquín Ibáñez. En el complemento, con Argentina totalmente volcada al ataque, el elenco mexicano redondeó la goleada por intermedio de Granados. En la última jugada también vio la roja el arquero Batalla, por último recurso.
Los chicos de Raúl Gutiérrez, quien fue campeón hace dos años en su tierra con pleno de triunfos en la segunda conquista Tricolor en la categoría, sacaron provecho del golpe psicológico que significó el penal fallado por el argentino Sebastián Driussi (3’) y castigaron con goles de Ochoa (5, 21) y Marco Granados (86).

Además el misterio del partido quedó prácticamente enterrado cuando el argentino Joaquín Ibáñez, uno de los mejores del 11 Albiceleste, vio la tarjeta roja por una fuerte entrada sobre Omar Govea, a los 31 minutos. Argentina terminó con nueve hombres por expulsión de su portero Augusto Batalla sobre el final.

Los mexicanos dieron muestra de gran recuperación a lo largo del torneo. Tras arrancar con una humillante derrota ante Nigeria (6-1), se levantaron con triunfos ante Irak (3-1), Suecia (1-0), Italia (2-0) en octavos y Brasil (11-10 por penales tras 1-1) en cuartos de final.

En cambio, Argentina volvió a estrellarse con la barrera de semifinales en una Copa del Mundo, al perder por quinta vez en esta instancia, a la que llegó en Emiratos 2013 en forma invicta luego de empatar 1-1 con Irán en el debut y después encadenar cuatro triunfos seguidos contra Austria (3-2), Canadá (3-0), Túnez (3-1) en octavos y el campeón africano Costa de Marfil (2-1) en cuartos.

A los 30 minutos, el partido quedó prácticamente sentenciado con un guión de terror para los campeones sudamericanos: a los 3’ al goleador Driussi le atajaron un penal, dos después Ochoa puso arriba al Tri, a los 21 gritó su doblete y a los 31 Joaquín Ibáñez, su inesperado artillero con cuatro conquistas en el torneo, vio la tarjeta roja por un pisotón a Omar Govea.

En ese momento, Grondona se dio cuenta que no podría cumplirle el sueño a su padre, presidente de la Federación argentina, de completar su colección de trofeos internacionales, ya que el título Sub 17 es el único que le falta.

Sin dudas que la historia podría haber sido diferente si Driussi hubiera marcado el penal que le cometió a él mismo Salomon Wbias, pero Gudiño, héroe ante Brasil en la tanda de penales, volvió a convertirse en un pulpo gigante y le tapó el remate fuerte a la izquierda (3).

A los 5 minutos, con un centro que cabeceó Wbias y dejó solo a Ochoa, que metió una bomba y fusiló al meta Augusto Batalla (expulsado en el minuto 90), México se puso en ventaja y duplicó con un toque de Ochoa, algo adelantado, quien gritó el tercero de su cuenta personal en el torneo tras un centro frontal que bajó Ulises Jaimes.

Driussi lo buscó de todos lados, pero estaba muy errado y nunca pudo aprovechar las asistencias de Leo Súarez o Iván Leszczuk, en una jornada que también consagró a manos de hierro Gudiño, infranqueable cuando lo probaron.

El ingresado Marco Granados decretó la goleada con un remate fuerte al palo izquierdo de Batalla, tras asistencia de Govea, cuando los chicos argentinos ya estaban casi en llanto por el sueño roto