La policía de Entre Ríos a través de la Jefatura Departamental Gualeguay, informa que mientras toda la comunidad esperaba el festejo de la llegada de Niño Jesús, personal de Comisaría Primera Sección Quintas toma intervención en un hecho de sangre ocurrido en la Calle 115 entre 25 y 27, a raíz que una persona de sexo masculino se encontraba sin vida en una precaria vivienda.
Todo tiene su inicio cuando Fabián (43), vecino frentista del occiso, se dirige hacia la vivienda Juan Severino González (74), manifestando en primera instancia a la autoridad policial que había ido a buscar unos animales de su propiedad que pastaban casi todos los días en el predio de Juan, para así guardarlos y esperar tranquilo la llegada de la Navidad junto a su familia, pero al no observar la presencia de su habitante, lo llamó, pero a no recibir respuesta, ingresó al inmueble, donde se encontró con un macabro hallazgo, ya que el septuagenario -quien vivía solo-, se hallaba sentado aparentemente sin signos vitales sobre un sillón playero en el sector de la cocina, con fuertes golpes en su cráneo, totalmente ensangrentado, indicaron fuentes policiales.
Un hecho de estas características ameritó la intervención del Fiscal Dr. Ignacio Telenta, quien desde el propio lugar del hecho, encabezó las primeras diligencias judiciales, junto al Jefe de Policía Departamental de Gualeguay y personal a sus órdenes, lógicamente abocados a esclarecer como habían sucedido los hechos que le quitaron la vida al aludido anciano.
Si bien el suceso databa de pocas horas de acaecido, conforme a lo dictaminado por el médico de policía y forense, no se pudo determinar testigos presenciales que pudieran llevar un manto de luz a este horrendo crimen, ya que el diagnóstico profesional hablaba de hundimiento de cráneo con un elemento contundente, que le ocasionó dos profundas fracturas, falleciendo prácticamente al instante, además de tener cortes en el rostro producto de un golpe con un elemento vidrioso.
La minuciosa inspección de la escena del hecho, encabezada por el Perito en Criminalística Licenciado Ariel Benedetti, permitió entregar mayores precisiones a la incipiente investigación, lo que derivó en que el Fiscal le imprimiera una celeridad a una serie de allanamientos, tendientes a recolectar cuanto antes elementos de interés para aclarar el homicidio, que si bien tuvieron resultados, no fueron demasiado satisfactorios, ya que no había pruebas suficientes para incriminar la autoría, solo se traslado a identificación a tres masculinos. Precisamente uno de ellos era quién había encontrado muerto al abuelo.
En razón que si bien había aportado datos, los mismos con el correr de las horas no tenían el sustento necesario para ser creíbles, por lo menos para los investigadores, ya que se iba acrecentando la sospecha que uno de sus hijos no sería ajeno a tal asesinato.
Con el correr de las horas y la reunión de las pruebas, se fue acrecentando la hipótesis principal, que no era otra que la persona que lo había hallado al conocido veterano -padre del ahora detenido autor-, ocultada la verdad de su presencia injustificada en el lugar de los hechos, quién junto a su hijo Máximo (20), dieron una distorsión de los hechos para la investigación inicial, ya que ellos mismos ponían un manto de sospecha a otro masculino que visitaba asiduamente la finca del difunto, quién a raíz de ello fue trasladado a Jefatura.
Tras una nueva requisa domiciliaria en la casa de los infieles vecinos del ya extinto longevo, se profundizó la búsqueda de elementos que podían haber sido trasladados ilegalmente desde el inmueble donde se produjo el atentado, como además constatar vestuarios del principal sospechoso, diligencias que resultaron altamente satisfactorias, hasta tal punto que fueron el fundamento natural para solicitar por parte del Dr. Telenta la detención preventiva de Máximo, quién se encuentra alojado e incomunicado en la alcaidía policial.
Si bien se ha podido comprobar su presencia en la escena del crimen, también es de sumo interés el procedimiento que se realizó en horas de la mañana en el que se logró secuestrar el objeto con el cual el homicida le asestó heridas mortales al fallecido.
Así, fuentes policiales de Gualeguay indicaron que la causal del homicidio sería una discusión del victimario con el anciano, producto de desavenencias de vieja data, que de cruces verbales, pasaron a agresiones físicas con un final fatal.