Dotaciones de bomberos y un amplio despliegue de efectivos policiales se observó anoche en el convulsionado barrio Munilla.
Un incendio declarado en el domicilio de Julio Morales, el hombre de 78 años principal implicado como presunto autor de la muerte de Oscar Pereyra, de 19 años, el domingo 9 de marzo, en calle Camila Nievas y Tala, movilizó a los bomberos que fueron llamados a intervenir, aunque la violencia declarada inicialmente entre habitantes del barrio obligó a que la Policía se hiciera presente para resguardar el trabajo de los voluntarios, que trataban de evitar que el fuego de proporciones se extendiera a otros inmuebles, cosa que lograron.
No obstante, las llamas arrasaron totalmente con la vivienda de Morales, que estaba sin ocupantes al momento del siniestro que, por todo lo que lo rodea al caso, habría sido en un ataque intencional, al igual que el que madrugadas pasadas tuvo como escenario la misma casa.
Mayormente el orden pudo ser mantenido por los policías, que mantenían avanzada la noche su presencia en el barrio ribereño.