ESTADOS UNIDOS
46 MUERTOS POR OLA DE CALOR.
Al menos 46 personas han fallecido en los últimos días por la ola de calor que azota gran parte de Estados Unidos, que esta semana dará una tregua con un descenso de las temperaturas en el este del país por la llegada de un frente frío, informó ayer la cadena CBS en declaraciones que reprodujo el diario El Mundo.
Los récord de temperaturas, que rondaron este fin de semana los 40 grados centígrados en gran parte de Estado Unidos, sumados a la fuerte humedad, han provocado o precipitado la muerte de 46 personas, con alrededor de una decena de fallecidos en los estados de Maryland y Illinois, respectivamente.
La mayoría de los fallecidos eran personas mayores con problemas de salud, que no pudieron soportar las altas temperaturas y el aumento de las concentraciones de contaminación asociados.
El calor, que lleva en niveles inusualmente altos desde que llegó el verano en la mitad este de Estados Unidos, hizo que este fin de semana se alcanzaran récord históricos en la capital Washington, San Luis (Misuri) o Indianápolis (Indiana).
Pese a la tregua que desde hoy tendrá la zona noreste del país por la llegada de un frente frío desde Canadá, las temperaturas seguirán siendo altas en el oeste de Estados Unidos, con los termómetros por encima de los 37 grados centígrados.
CONSECUENCIAS. Las altas temperaturas han provocado problemas en carreteras, aeropuertos y edificios, así como incendios, con una mayor incidencia en el centro y este del país.
En el aeropuerto Ronald Reagan de Washington, un avión de US Airways sufrió tres horas de retraso el viernes al quedar las ruedas del tren de aterrizaje hundidas en el asfalto derretido, mientras que se han dado caso de problemas en el firme de algunas carreteras por la misma razón.
El calor parece estar también detrás del descarrilamiento sin víctimas de un tren de metro en el estado de Maryland, ya que los raíles se dilataron con la subida del mercurio.
Según la CBS, con el aumento de las temperaturas también se ha constatado un incremento de la criminalidad en ciudades como Chicago o Nueva York, afectadas por la ola de calor.