VICTORIA.
NIÑO QUEMADO CON AGUA CALIENTE.
Ahora los padres del niño fueron imputados y deberán explicar a la Justicia qué es lo que sucedió aquel 22 de julio por la noche, en el barrio Primer Cuartel de la ciudad de Victoria. A su vez, por los antecedentes de denuncias y episodios similares, se dispuso que tanto el nene quemado como sus dos hermanos queden a cargo del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf).
La semana pasada el pequeño fue trasladado desde el Hospital Salaberry de Victoria al San Roque de Paraná, ya que presentaba más del 50% del cuerpo con quemaduras de primero y segundo grado, en las extremidades superiores e inferiores. Las mismas habrían sido ocasionadas al tomar contacto con el agua hirviendo que había en un fuentón.
En principio, tanto la madre como el padrastro, brindaron una misma versión del hecho: que el niño se había deslizado y caído dentro del fuentón mientras la mujer buscaba agua fría, preparando todo para bañar a sus hijos.
Sin embargo, la causa dio un vuelco el martes, cuando el padrastro, de 27 años, se presentó espontáneamente en la dependencia policial y explicó que el accidente se produjo cuando él mismo lo metió en el fuentón, sin percatarse que el agua estaba caliente. De este modo contradijo la declaración suya y de su pareja brindada el día del hecho.
Para reforzar las sospechas de que se pudo haber tratado de un episodio de violencia contra la criatura, se suma un antecedente: la hermana del padrastro había denunciado al hombre y a la mujer en enero de 2011 por maltrato infantil. Aparentemente ella y otros vecinos habrían observado hechos violentos contra los chicos, y dicha exposición quedó sentada en la comisaría del menor de Victoria así como en el Juzgado de Familia y Penal de Niños de Adolescentes.
Por esto, tanto la madre como el padrastro fueron citados al Juzgado de Instrucción de Victoria asistidos por un defensor, para la declaración indagatoria realizada ayer ante el juez Alejandro Calleja y el fiscal Eduardo Guaita.
En otro orden, el juez pidió un informe al Hospital San Roque acerca del estado de salud del niño, y los médicos del nosocomio diagnosticaron que su situación mejoró, pero continúa internado con el 12% del cuerpo con heridas, y calificaron las mismas como Lesiones graves.
Los dos hermanitos del niño, un bebé de tres meses y un nene de 4 años, estaban a cargo de la abuelastra (madre del padrastro). Ante la nueva situación y los antecedentes judiciales, Calleja dispuso una medida cautelar, mediante la cual le quitaba la tenencia a los padres tanto de la víctima como de sus dos hermanos, y los tres quedaron bajo la guarda del Copnaf.