Entre Ríos
Productores denuncian que herbicidas afectaron gran parte de los viñedos
Hay gran preocupación entre los productores vitivinícolas de Entre Ríos ya que unas 12 mil plantas vieron seriamente afectado su desarrollo y crecimiento tras recibir dosis de herbicidas como consecuencia de su aplicación en campos linderos o cercanos. Hasta el momento, son 7 los viñedos afectados en distintos lugares de la provincia. Desde la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos solicitarán al Gobierno provincial que tome cartas en el asunto.
Se debe tener en cuenta que la actividad productiva es incipiente en el suelo entrerriano y que desde la plantación de las vides hasta su utilización para la elaboración de vinos pasan varios años.
Los 7 viñedos afectados representan unas 12.000 plantas, con un potencial de producción de 20.000 botellas de vino al año. En la mayoría de estos viñedos se encontraron malformaciones y muerte de plantas por haber sido rociados con herbicidas hormonales identificado como 2,4-D, nombre comercial del conocido “agente naranja” que usó Estados Unidos en la guerra de Vietnam y que trajo efectos desastrosos sobre la naturaleza y la salud humana.
El efecto que ocasiona esta sustancia química sobre cualquier planta es el de inhibir el crecimiento y desorganizarla genéticamente. Concretamente a las vides la afecta atrasando el desarrollo de planta de por vida, con consecuencias directas sobre el fruto, y según la dosis recibida, ocasionando la muerte de las plantas. En cualquier caso, el perjuicio económico es grave.
Salvador Pedrini, uno de los productores afectados explicó que: “Los problemas comenzaron hace un mes, cuando comenzó la actividad para combatir una hierba que es una plaga conocida como rama negra (también denominada carnicera), que se la elimina antes de plantar soja. Para esta acción estan usando un producto llamado comercialmente 2,4-D. Es muy fuerte y existe una legislación a nivel provincial que determina de qué manera usarlo, pero evidentemente los aplicadores no están cumpliendo”, detalló.
El agente naranja es un herbicida hormonal que ataca directamente la planta y la malforma hasta su destrucción.
“En mi caso, el perjuicio se causó a partir de una aplicación a la deriva en un campo lindante”, dijo Pedrini y apunto que en total son 7 los viñedos afectados, tanto de la localidad de Victoria, como La Paz, Lucas Gonzalez, Colón y en el paraje La Jaula, en Diamante.
Por lo sucedido, y teniendo en cuenta que se trabaja a nivel legislativo sobre una reformulación de la ley de uso de pesticidas, la AVER realizará gestiones ante la Provincia para que la nueva norma comtemple y proteja la vitivinicultura. “Se trata de una producción nueva y promisoria en Entre Ríos, que incluso fue declarada de interés provincial por parte del Ejecutivo, y que recibió el apoyo concreto del gobierno. Hoy los emprendedores que se animaron a la plantación de vid se encuentran con que su inversión está en riesgo”, especificó el consultado.
Desde la entidad, además de destacar los réditos a largo plazo que implica la producción vitivinicola, sumado a la demanda de tiempo, esfuerzo, mano de obra e inversión de capital, también hicieron referencia a que el 2,4-D no es la única sustancia utilizada como herbicida que afecta estas plantaciones; si bien es la de efectos más nocivos, existen otros productos como el glifosato y otros que son letales para la planta de uva.
“Tanto a nivel nacional como a nivel provincial existen leyes, decretos y resoluciones que establecen normas bien claras sobre el expendio, transporte, almacenamiento y aplicación de cualquier plaguicida. En el caso específico del 2,4 D existe una resolución provincial, la 07/03, en la cual se prohíbe taxativamente la venta y uso del 2,4D en forma de éster (líquido solvente) y se permite el uso en forma de sal soluble solamente, no puede ser aplicado por vía área y solo se aplica con la receta en presencia del ingeniero agrónomo habilitado y registrado para aplicar plaguicidas, quien determina la forma de aplicarlo debiendo registrar las condiciones meteorológicas en la que se realizó el trabajo. Es decir que de cumplirse en su totalidad esta resolución y el resto de reglamentaciones, como corresponde, se evitaría este tipo de daños que pueden llegar a ser mas graves aún si se piensa en la salud humana, tanto para el productor, para el aplicador y a terceros”, sostuvo Pedrini.
Finalmente indicó que: “Aunque la planta luche contra la hormona, y el racimo venga bien, pueden quedar efectos residuales y no voy a usar alimentos con efectos residuales que son tóxicos”.