VACACIONES.
COMIDA SALUDABLE.
Arrancó 2013 y atrás quedaron las fiestas de Navidad y Año Nuevo, en las que usualmente se consume una mayor cantidad de calorías que las habituales.
No solo los platos que se preparan para estas fechas particulares representan la posibilidad de poner en jaque el peso que se pudo mantener durante el resto del año, sino que además, las bebidas alcohólicas contribuyen a que se pueda engordar más de lo que se piensa o se espera. Por eso, los días posteriores son oportunos para ordenar los horarios y recuperar la costumbre de comer de manera saludable.
En este marco, al doctora Silvina Gorostiaga, especialista en Nutrición, indicó que “existe una serie de recomendaciones para estos días donde además mucha gente ya empieza sus vacaciones”.
En esta época, en hay una tendencia a abandonar el gimnasio y disfrutar de mayor cantidad de reuniones con familiares o amigos donde se corre el riesgo de incrementar la ingesta de bebidas y de modificar los hábitos alimenticios que se mantenían durante el año.
Asimismo, la amplia variedad gastronómica que se nos ofrece en los viajes hacen que por lo general se aumente de peso.
“Lo primero que se aconseja es no saltear el desayuno, que puede consistir en una infusión, con una tostada o galletitas de salvado. Puede acompañarse de algún queso untable light y también algún jugo de fruta, que aporta vitamina C y ayuda a desintoxicar el organismo. También hay que tomar mucho líquido a lo largo del día; lo mejor es el agua, aunque se admiten licuados o jugos de frutas”, indicó la especialista.
En referencia al almuerzo durante los días posteriores a las Fiestas, opinó: “Hay que comer liviano y no repetir el plato. Una sugerencia puede ser algún tipo de ensalada, evitando las carnes rojas y las blancas con piel. Si se necesita consumir proteínas, lo mejor es el pescado”.
Las verduras crudas en lugar de las cocidas en esta época del año son otra de las recomendaciones que se hacen, ya que en este estado mantienen más sus vitaminas y minerales, así como su contenido en agua, fibra y su volumen, por lo que se logra una mayor saciedad al consumirlas. “La cena también debe ser liviana”, aportó Gorostiaga, quien sugirió “una ensalada o un yogurt a la noche”.
Durante las vacaciones
Durante el período de descanso, la profesional hizo hincapié en “no salterase ninguna de las cuatro comidas diarias y agregar colaciones a distintas horas del día, aunque estemos en un hotel, alquilemos un departamento o nos quedemos en nuestro hogar”.
“Al parecer, por estar relajados, pensamos en comer de más; en este sentido estamos mal acostumbrados”, acotó, y luego agregó que “al momento de ir a una playa, si se ordena comida en algún restaurante o parador, la recomendación es pedir carne roja o blanca y ajustarse a la porción, junto con una ensalada. Evitar todo lo que sea salchichas, hamburguesas o frituras”.
“Si, en cambio, se lleva la comida en una conservadora para poder almorzar con al familia debajo de una sombrilla, la sugerencia es llevar un sandwich hecho con pan de salvado o pan árabe, que no tiene tanta miga, relleno con atún o pollo. A la tarde, ingerir una fruta o una barrita de cereal”.
En torno al helado, sintetizó: “Es preferible el de agua en lugar de uno de crema, ya que aporta líquidos y es más fresco”.
Por último, indicó que es muy saludable para aquellos que pueden, “aprovechar los momentos de la playa para caminar en la arena, aunque sea 30 minutos por día”.