Ante la escasez de aspirantes a policía, el ministro de Gobierno y Justicia, Adán Bahl no sólo admitió que se trata de una actividad sacrificada sino que reconoció que los sueldos “están lejos de ser los ideales”.“Los sueldos de la administración pública están en función del presupuesto y la gente elige las actividades que más renumeran y menos sacrificio tienen”, señaló Bahl, agregando que “la evolución de la producción, de la economía y las fábricas ha hecho que la mano de obra ocupada sea muy significativa, le gente se va preparando y obtiene un oficio remunerado y no tan sacrificado como ser policía; en lugares donde no hay tanta oferta laboral se consiguen aspirantes pero en lugares donde hay demanda de gente vinculada a frigoríficos no, hay muchas oportunidades de trabajo y eso hace que no haya tantos aspirantes a Policía”.