Vélez consiguió un importante triunfo ante Peñarol en Montevideo
Copa Libertadores
La incursión de Vélez en Uruguay no se alejó demasiado de lo que era de esperarse. Ante Peñarol, protagonizó un partido friccionado y sin espacios, y consiguió un gol cerca del final para romper con la férrea resistencia del anfitrión y atesorar tres puntos tan significativos para la tabla del Grupo 4 como para la moral de un equipo que al que le viene costando la regularidad.
El primer tiempo empezó con mucha presión y ritmo en el mediocampo de parte de los dos bandos, aunque en ese mano a mano fue el Manya el que logró imponer condiciones en tres cuartos de cancha, sin permitirle la salida a la visita a través de Emiliano Papa, Iván Bella, Fernando Gago o Federico Insúa, y fue más incisivo con el oficio de Fabián Estoyanoff y Matías Aguirregaray.
Juan Olivera avisó primero con un cabezazo alto y Estoyanoff con un tiro libre apenas desviado. Luego, mientras los hinchas locales y los del Fortín se arrojaban piedras de tribuna a tribuna, Gago sufrió una fuerta contractura en su muslo derecho y debió cederle su lugar a Lucas Romero, con el que los de Liniers consiguieron mayor quite entre los volantes.
Después, el Pocho tuvo la más clara de los argentinos con un córner olímpico que casi se le mete a Enrique Bologna, y Sosa debió intervenir ante un tiro libre de Estoyanoff.
En el complemento, el Fortín entró más fino y aprovechó la merma de la asfixiante presión charrúa. Se enchufó Insúa y Romero aportó su velocidad e inteligencia para empezar a plantarse más adelante con confianza.
Bologna actuó ante Pratto, Sebastián Domínguez anticipó bien a Zalayeta y el Fortín merodeó con disparos de Bella e Insúa y una entrada de Cerro al área que culminó con un planchazo no cobrado de Darío Rodríguez. Hasta que, a los 41, el ingresado Jonathan Copete habilitó desde la izquierda a Pratto y éste definió al segundo palo para la explosión velezana.
De esta manera, el Fortín logró remediar la caída del debut ante Emelec y, sumando su triunfo frente a Iquique en Liniers, se le puso a la par a Peñarol en lo alto de la zona, con seis unidades. Con esfuerzo y corazón, Vélez le arrancó una sonrisa a esta dura Copa Libertadores.