CERO KILO.
BAGAYEROS MOLESTOS POR LA SITUACION.
A media mañana ya se sabía que más tarde vendría en masa un grupo de bagayeros pretendiendo pasar la mercadería por la aduana, y pasadas las 11 se cumplió: unas 60 motos llegaron al paso de frontera y cada una traía al menos una bolsa conteniendo alimentos secos (harina, fideos, arroz), aceite o pulpa de tomate, aunque también alguno trajo pañales, por ejemplo.
Como lo marca la resolución de la Dirección Nacional de Aduanas, los funcionarios no permitieron el ingreso de la mercadería a nuestro país, dándole la posibilidad a los bolseros para que la devolviera a su lugar de origen.
Querían pasar
El grupo -que había ingresado todo junto al lugar donde están las cabinas de control- se bajó de sus motos y decidió quedarse en el lugar hasta que se resolviera la situación, que a su juicio era dejarlos pasar con los bolsos.
“¡Hace un mes que no trabajamos!” y “tenemos que llevar comida a nuestros niños” eran algunas de las expresiones que se escucharon entre el griterío que se podía sentir desde fuera del recinto, aunque los funcionarios permanecieron impasibles, explicando que ellos debían cumplir sus órdenes.
Rato después se pidió por parte los bagayeros la presencia de “la jueza” en el puente. Los ánimos estaban bastante caldeados, y a esa altura ya había tres patrulleros y dos motos de la policía (encabezados por el subjefe) y la camioneta de Prefectura (en la cual fue el propio Prefecto), que habían reforzado la presencia de seguridad en el puente. No menos de 25 efectivos entre ambas fuerzas estaban en la zona del cruce, aunque esta vez ninguno era del grupo GEO.
Reunión reservada
Al llegar la jueza, la recientemente asumida María Jimena Alonso, se desarrolló la reunión en la oficina de Paso de Frontera. La jueza Alonso, el subjefe de Policía Héctor Muñoz, el Prefecto Wilson Espíndola y el segundo de Aduanas de Paysandú, Alfonso Thevenet, recibieron a cuatro integrantes del grupo, que durante más de una hora discutieron sobre la situación (el Administrador Horacio García Daglio no estaba en Paysandú). Hubo algunas interrupciones, donde una portavoz de los bagayeros, Anabella Maurente, llamó a algunas personas por su teléfono celular, y lo mismo hizo en otro momento la propia jueza, quien salió de la oficina para hacer consultas. Si bien la prensa no tuvo acceso a la oficina, se pudo saber que hubo momentos de tensión, al extremo que la jueza debió recordarle a los bagayeros que de haber cualquier tipo de problema, seguramente tendría que procesar a quienes fueran protagonistas (ya hay varios procesados por contrabando) y desde las fuerzas de seguridad se recordó que estaban allí para mantener el orden, y lo harían a como fuera necesario. Por su parte desde Aduanas se les recordó que solamente cumplen las órdenes de la Dirección Nacional, y que no habrían de cambiar la actitud de no dejar pasar mercaderías hasta que no reciban una orden que así lo establezca.
No entra nada
Sobre las 14:30 terminó la reunión, que en definitiva no implicó cambios sino que se asentó la resolución de que ilegalmente no entra mercadería argentina a Uruguay.
Así las cosas, varios de los bagayeros tomaron los bolsos y -antes que Aduanas procediera a la incautación- optaron por romper las bolsas con chizitos, harina, fideos y las botellas de aceite y pulpa de tomate para luego retirarse, en masa también, del predio del Paso de Frontera.
Casi al mismo tiempo -luego de pasar las motos- se cerró con dos troncos la salida del puente en el nacimiento de avenida de las Américas, y con motos del otro lado, cumpliendo la medida impuesta por los bagayeros de cierre de 15 minutos cada hora.