GRIPE A.
VACUNARSE UNA PRIORIDAD.
La primera recomendación es que las personas deben vacunarse contra la influenza (gripe) todos los años y contra el neumococo, al menos las personas de riesgo de padecer infecciones respiratorias (mayores de 65 años, diabéticos, pacientes con insuficiencia cardíaca, enfermedades pulmonares crónicas (asma, bronquitis crónica, enfisema) tumores de distinto origen, inmunosuprimidos, pacientes en tratamiento prolongado con corticoides, esplenectomizados, tanto en niños como adultos).
Alrededor de 40.000 personas en Argentina mueren por enfermedades relacionadas al consumo de tabaco.
La prevención en este caso es evitar el tabaquismo, la principal causa de estas muertes: se estima que el 90% de los tumores de pulmón se producen en fumadores de cigarrillos y se agravan las enfermedades respiratorias crónicas más en esta época por estar los espacios cerrados mal ventilados. La exposición pasiva al humo del tabaco aumenta el riesgo de padecer cáncer de pulmón en un 30% y produce también agravamiento de los síntomas respiratorios en los enfermos crónicos.
Se deben evitar los ambientes cerrados mal ventilados y muy calefaccionados, el permanecer muy abrigado en ambientes con elevada temperatura artificial ocasiona un cambio brusco al salir al frío ambiente. Por otro lado, se debe evitar el uso de calefacción de mala combustión o combustión incompleta, como los braseros caseros. Estos aparatos o los calefactores en mal estado o sin salida al exterior, producen monóxido de carbono (CO) que genera intoxicación de los glóbulos rojos produciendo carboxihemoglobina en lugar que la oxihemoglobina y así la muerte de la persona sin que se de cuenta mientras duerme. El CO no tiene olor: la persona se intoxica sin darse cuenta. Por ello los ambientes cerrados deben ser ventilados diariamente, se deben evitar las aglomeraciones de gente, no visitar enfermos estos días y si se padece una enfermedad respiratoria que posiblemente se propague por vía inhalatoria, el enfermo debe usar barbijo mientras esté en contacto con personas, no las personas sanas.
El lavado diario de las manos con agua y jabón, al despertarse, luego de ir al baño, antes de hacer la comida o manipular alimentos, antes de alzar un niño o bebé, después de cambiar un bebé. Los bebés deben evitar estar en contacto con el humo de cigarrillo. Las partículas tóxicas quedan en la ropa de los fumadores y en el ambiente por más de 15 días si no se las limpia.
Además, la vía aérea superior de los fumadores generalmente está “colonizada” por bacterias que pueden ser transmitidas por vía inhalatoria y puede causar enfermedades respiratorias severas en los bebés y niños pequeños. Por ello los fumadores deben abstenerse de fumar en presencia de pequeños, y si van a tener contacto cercano, abstenerse algunas horas antes de fumar, usar ropa limpia de tabaco y lavarse las manos antes de alzar un niño pequeño.