PARANA LE PEGO A SU BEBE DE NUEVE MESES.
LO MANDO AL HOSPITAL ,PORQUE PEDIA LECHE.
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Según contó una trabajadora social del nosocomio, se encuentra interviniendo el Copnaf en el caso “para darle la información detallada al defensor de Pobres y Menores”. Desmintió que haya estado en Terapia Intensiva como se había señalado en un principio. El bebé sufrió hematomas en la cara y otras lesiones. Hay tres casos por semana de violencia intrafamiliar familiar que son registrados en el hospital.
Un niño de nueve meses, permanece internado en el hospital materno infantil San Roque de Paraná tras recibir una golpiza por parte de su padre.
Al respecto, Rina Scaglione, a cargo del equipo de Trabajo Social del nosocomio, precisó a El once que “en la tardecita del martes ingresó un niño de nueve meses por maltrato intrafamiliar. El mismo está internado en una de nuestras salas y está siendo evaluado con los estudios pertinentes. Está interviniendo el Copnaf y nuestro equipo interdisciplinario para darle la información detallada al defensor de Pobres y Menores”.
“El chico se encuentra estable, con hematomas en la cara y demás, pero está totalmente fuera de peligro. No está en Terapia Intensiva ni grave como se ha dicho, con lo cual no le quiero quitar lo terrible que significa que un bebé haya sido golpeado por un adulto”, indicó la profesional.
Asimismo, hizo hincapié en que “estamos trabajando con el niño y su hermanita, para proteger su vida”.
Informó además “los pasos que siguen son de tipo investigativo. Una vez que reunimos las pruebas y la cuestión médica, el que toma la decisión en protección del niño, es el defensor de Pobres y Menores”.
Casos que se reiteran
Por otra parte, Scaglione comentó que “en promedio hay alrededor de tres casos por semana de violencia intrafamiliar familiar” que son registrados en el nosocomio. Aclaró que “no sólo hablamos de violencia física sino también del maltrato psicológico, porque hay padres que les dicen cosas feas a los chicos, que los lastiman verbalmente o con actitudes que se reflejan en los niños en otras enfermedades somáticas. Esto deja marcas muy profundas”.
“Estos casos no deben llevar solamente a espantarnos, sino a ver qué responsabilidad tenemos cada uno. Dejemos de cerrar las ventanas y si escuchamos que a un chico que está al lado lo maltratan cotidianamente o le dicen palabras feas, tenemos que intervenir. Si no lo quiero hacer público, llamo al 102 y sin dar mi nombre cuento lo que ocurre, entonces no llegamos a este punto de tener una criatura de nueve meses golpeada. La comunidad podría ayudar a no llegar a este extremo. Es simple, no es tan difícil llamar”, reflexionó finalmente la trabajadora social.