JUZGAN BANDA DE NARCOS.
TRIBUNAL ORAL FEDERAL DE PARANA.
El Tribunal Oral Federal de Paraná juzgará a seis personas acusadas de integrar una organización dedicada a la venta de cocaína en distintos domicilios de Gualeguaychú. De acuerdo con la acusación, en el banquillo de los acusados estarán sentados el proveedor, la persona que transportaba la droga y los regentes de los distintos puntos de venta.
El juicio comenzará el próximo lunes en la sala del tribunal oral y se extenderá durante cinco jornadas. Cuarenta y cuatro personas, entre integrantes de fuerzas de seguridad, peritos y testigos de procedimientos, están citadas a declarar ante los jueces Lilia Carnero, Roberto López Arango y Noemí Berros. El fiscal será José Ignacio Candioti y los imputados tendrá, salvo uno de ellos, defensores particulares.
La importancia de esta causa judicial radica en que tiene como acusados a distintos eslabones de la cadena de tráfico de estupefacientes.
Pablo Martín Ludueña vivía en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, y está acusado de ser el organizador y proveedor de la cocaína que se comercializaba en Gualeguaychú.
La investigación se sostiene en informes de inteligencia, fotografías y escuchas telefónicas que revelan las vinculaciones de Ludueña con los vendedores de cocaína en Gualeguaychú: Miguel Ángel Braun, su hijo Miguel Exequiel y la pareja del padre Elena Cecilia Gómez, abogada porteña; también surgen allí las órdenes que unos y otros impartían a Diego Maximiliano Barreto, el hombre que transportaba la droga desde la provincia de Buenos Aires hasta Gualeguaychú en colectivo.
Curioso si se quiere es también el origen de la investigación: un testigo en el juicio por el crimen de un joven de 17 años en Gualeguay puso en conocimiento del tribunal la posible comisión de delitos relacionados con la venta de droga en la casa de Olga Sosa, ex pareja de Miguel Ángel Braun y madre de Miguel Exequiel, en Gualeguaychú.
En la causa también estuvo involucrado un policía provincial, Abel Salva, a quien se le imputó la tenencia simple de estupefacientes, aunque fue desvinculado y luego falleció.
Los eslabones. El golpe contra la organización terminó de consumarse el 2 de noviembre de 2013, luego de seis meses de investigación. Gendarmería interceptó en cercanías de la localidad de Perdices, sobre la Ruta Nacional 14, el colectivo de la empresa Nuevo Expreso en el que viajaba la mula, Barreto. Al hombre le encontraron un bolso de cuero que contenía tres paquetes rectangulares de cocaína cuyo peso total era de 3,190 kilos y otro envoltorio con la misma sustancia.
Los mismos agentes le ofrecieron al hombre acogerse a la figura del arrepentido y colaborar con la investigación. Barreto asegura haber mencionado que la droga se la había dado un tal “Martín” y que debía entregársela a otra persona que identificó como “Miguel Ángel Braun”.
Ese mismo día se realizaron otros cinco allanamientos simultáneos: en la casa de Ludueña, en Avellaneda, secuestraron dinero en efectivo (dólares y pesos), celulares, documentación, computadoras y armas; en el departamento de la abogada Gómez, en Capital Federal, incautaron un pan de cocaína de 1,079 kilos, una bolsa de nylon con cocaína y 10,9 gramos de marihuana; mientras que en Gualeguaychú, en la casa de Olga Sosa se secuestraron 121 bolsitas de nylon que contenían cocaína que estaban ocultas dentro de una cartera, en un ropero; en la vivienda de Miguel Ángel Braun se incautó un envoltorio que contenía cocaína, una bolsa de nylon con cortes circulares, una trincheta con vestigios de cocaína y una balanza; y en otra vivienda que pertenece a Miguel Exequiel Braun se secuestró dinero en efectivo.
Escuchas comprometedoras
Informes de inteligencia, fotografías, filmaciones y desgrabaciones de escuchas telefónicas dan cuenta de la magnitud de la organización dedicada al tráfico, distribución y comercialización de cocaína en de Gualeguaychú.
La entrega de la droga que se secuestró el 2 de noviembre habría sido pactada unos días antes. El 24 de octubre Ludueña y los Braun se encontraron en una estación de servicio ubicada a la altura del kilómetro 134 de la Ruta Nacional 12 y seis días después padre e hijo viajaron a Buenos Aires para entregarle el dinero a Ludueña. La operación se cerró en $171.000, a razón de $57.000 por kilo de cocaína.
Las escuchas telefónicas abonan la investigación. En una de ellas, por ejemplo, Miguel Ángel Braun le reprocha a “Martín” que le vendiera droga de mala calidad:
–Ahora el Pata (sería Miguel Exequiel) me dice “Papi, no te vas a poner a pelear con Martín, todo no”. No pelear, no m’hijo, yo pelear no voy a pelear pero tengo que explicarle. “Yo ya le llamé el otro día y le expliqué”, le digo. Dice “lo que pasa, Papi, es que te digo más, mirá lo que está por hacer el Pata, gurí mío: “Me dijo, Papi, la vamos a tener que bajar, porque nosotros teníamos el precio a 8.500 los cien gramos, ahora lo vamos a vender a 7.000”.
Ludueña asegura que la voz que aparece en las escuchas no es la suya, por lo cual el fiscal José Ignacio Candioti pidió una pericia, cuyo resultado se espera para el inicio del debate, el próximo lunes.