RECHAZARON EXPULSION DE DE VIDO.
NO ALCANZARON LOS VOTOS.
Con 138 a favor, 95 en contra y 3 abstenciones la Cámara de Diputados no logró reunir los votos necesarios para expulsar al ex ministro kirchnerista, que denunció que es “blanco de un plan sistemático de marketing que fue escrito por el asesor extranjero del presidente” Mauricio Macri. El oficialismo fracasó este miércoles en su intento de separar de su banca al legislador, al no alcanzar los dos tercios de votos exigidos en el reglamento, aunque contó con el apoyo del massismo. El Frente para la Victoria votó en contra de la iniciativa impulsada por Cambiemos, junto con la izquierda y otros bloques opositores.En una sesión que duró casi 11 horas, la Cámara de Diputados debatió el proyecto que el martes había obtenido dictamen en la Comisión de Asuntos Constitucionales para expulsar del Congreso a De Vido por "inhabilidad moral".
No obstante, los 237 legisladores que estaban en el parlamento a la hora de votar no alcanzaron las dos terceras partes de votos positivos para expulsar al ex ministro de Planificación del kirchnerismo.
De Vido está en el ojo de la tormenta desde hace tres semanas cuando el fiscal Carlos Stornelli pidió su desafuero y detención. Si bien el pedido fue desestimado tres días más tarde por el juez Luis Rodríguez, el bloque de Cambiemos impulsó un proyecto para expulsarlo por "inhabilidad moral", tal como lo prevé el artículo 66 de la Constitución Nacional.
El martes, el oficialismo consiguió aprobar en comisión su iniciativa sin el apoyo del Frente Renovador, pero los propios legisladores de Cambiemos admitieron en ese momento que no contaban con los votos para poder aprobar el expediente en la sesión.
A su turno, el ex ministro kirchnerista se defendió y calificó como “nulo, vacío, inconsistente, arbitrario y revanchista” el encuadre legal que impulsó su destitución.
De Vido, además, denunció que fue "blanco de un plan sistemático de marketing que fue escrito por el asesor extranjero del presidente", en referencia a Jaime Durán Barba, en los que se insta a "destruir, desmoralizar, aniquilar e incluso hasta llevar a terminar con su propia vida al enemigo".