A dos semanas de la desparición de Juan José Morales, el vendedor de quiniela que desapareció en San Jaime de la Frontera, la policia asegura que se investiga con el mismo tesón que el primer día de búsqueda, pero admiten que con el paso del tiempo la resolución del enigmático caso se torna más difícil, por lo que volvió a tomar fuerza la versión de que la justicia ofrederá una recompensa a cambio de datos fehacientes sobre el paradero del agenciero.

El jefe de la Policía de Federación aclaró que la fiscal Julia Rivoira “sigue viajando todos los días porque prácticamente tiene despacho constituido en San Jaime, y si no es ella, es el fiscal adjunto el que viene, pero siempre hay alguien de la Fiscalía que está dirigiendo las investigaciones”, aseguró.

Ayer se realizó otro allanamiento en el pueblo, pero no se habrían obtenido los resultados esperados. En tanto, se aguardan los informes sobre los cruces de llamadas telefónicas del celular de "Pocho" Morales y de otras personas que son investigadas.