Sus familiares buscan con desesperación a una joven mujer que desapareció de su hogar el viernes de la semana pasada.
Su nombre es Valeria de la Cruz, de 36 años, mide aproximadamente 1,60 metros de altura, rubia, ojos claros, de contextura chica, y ahora con cabellos cortos.
En la casa que habita junto a sus hijos de 17 y 14 años y otros familiares, en Concordia y Borques, su hermano (Omar) la vio por última vez en la madrugada del viernes, cuando la mujer le pidió que le dejara un dinero porque en la mañana le tenía que hacer algunas compras. “Yo me acosté y ella siguió en la netbook y cocinando”, dijo el joven.
“El día viernes me levanté y me fui a mi trabajo. Cuando vuelvo de mi trabajo, a la hora 13, veo que no estaba en mi casa y el dinero que le había dado para comprar estaba en el mismo lugar”, agrega.
Por supuesto que a todos extrañó lo que estaba pasando y aún más cuando, horas más tarde, su mamá Nélida recibe un mensaje en su celular donde Valeria le dice que estaba viajando a Puiggari con una amiga de Galarza. Justamente la madre estaba en esa localidad diamantina junto a su esposo, recién operado. Pero Nélida nunca se hizo presente en Puiggari.
Esperando algun otro contacto de parte de Valeria, sus familiares dejaron pasar el día, pero como el sábado aún nada se sabía decidieron radicar una denuncia por la desaparición, aunque solamente les tomaron algunos datos.
El lunes 17 por la noche el hermano recibió otro mensaje de texto de Valeria,en el que le decía que ella estaba bien, que se encontraba con una amiga. “Que estaba bien, que solo le cuidemos los hijos y que le digamos que ella los amaba, pero que era necesario esto por todo lo que había pasado. Repitió muchas veces que estaba bien y dijo que no la busquemos”, relató Omar.
“Hasta el miércoles la policía en ningún momento se comunicó y es así que fuimos nuevamente a la Comisaría y ahí me tomaron la declaración testimonial y me pidieron fotos y demás”, informó el joven, que señaló que en la casa Valeria dejó su billetera con todas las tarjetas de crédito y de los bancos, como también los documentos de sus hijos. Solamente se llevó su propio DNI.
Se supo que la policía realizó algunas investigaciones en la Terminal, pero ahí comprobaron que la mujer nunca tomó algún colectivo, al menos con su propia identidad.
Un dato (no menor) es que por medio de la mencionada amiga de Galarza los preocupados familiares de Valeria se enteraron la misma venía ‘chateando’ con un hombre, supuestamente de Zárate o Campana, y que este desconocido era muy insistente en su ‘invitación’ a que se fuera con él