La presidenta Cristina Fernández encabezó ayer una íntima ceremonia en la que trasladaron los restos de Néstor Kirchner a un mausoleo en el cementerio de Río Gallegos, en una jornada en la que se multiplicaron los homenajes al cumplirse el primer aniversario de la muerte del ex presidente.
Mientras el kirchnerismo marchó desde el Congreso hacia Plaza de Mayo, donde las Madres encabezadas por Hebe de Bonafini y el vicepresidente electo, Amado Boudou rindieron su homenaje al ex presidente; el titular de la CGT, Hugo Moyano, hizo su propio acto en la sede de la central sindical, confirmando de esta manera cierto distanciamiento con el kirchnerismo.
Aunque todos coincidieron en destacar la figura del ex presidente como el líder que impuso el modelo económico y social que continúa la presidenta Cristina Fernández, los gobernadores peronistas que habían anunciado su asistencia, desistieron finalmente de acompañar a la jefa de Estado en Río Gallegos por pedido de la propia Cristina Fernández para mantener la intimidad familiar.
En ese marco, el mandatario bonaerense Daniel Scioli (titular del PJ) decidió organizar junto a sus pares del Chaco, Jorge Capitanich y de Entre Ríos, Sergio Urribarri, un acto el próximo 17 de noviembre para homenajear a Kirchner en el "Día del Militante" peronista, frente al mausoleo en el que descansan desde ayer los restos del ex presidente.
En tanto, la Plaza de Mayo y el Congreso fueron ayer los escenarios centrales de varios homenajes. Boudou junto a otros ministros y dirigentes kirchneristas participaron de una "Radio Abierta" convocada por Madres de Plaza de Mayo que conduce Bonafini y se mezclaron con la marcha que realizó el Frente Transversal y trabajadores mineros desde Congreso a Plaza de Mayo donde presentaron una estatua de Kirchner realizada en bronce, que en diciembre será instalada en la localidad minera de Río Turbio.