Desde principios de diciembre a la fecha, en la guardia del Hospital San José de Diamante se registran entre una y tres picaduras de alacranes por semana. El director de ese nosocomio, José Agüera, aseguró que el personal sanitario estaba preparado para esta contingencia “porque esperábamos un aumento de picaduras de alacranes y otro tipos de insectos que proliferan al llegar la primavera y más aún en verano”. Muchos de estos casos requirieron internación en la ciudad o bien han sido derivados al Hospital San Martín de Paraná. “Estos fueron casos en los que los pacientes pudieron identificar al arácnido, pero muchas veces se denuncian sólo como picaduras”, explicó la referente epidemiológico del Departamento Diamante, Zaida Gazali. Juan José Agüera director del Hospital San José y Zaida Gazali, referente epidemiológico del departamento Diamante.
El aumento de la población de estos insectos ponzoñosos se debe a que Diamante tiene zonas aptas para la reproducción de estas alimañas.
“Los alacranes se esconden en lugares húmedos, sótanos y sectores con acumulación de escombros y desperdicios”, indicó el médico. Pero advirtió que también se han encontrado en otras zonas, “incluso en el centro mismo de la ciudad, especialmente desde calle Dasso hacia el este”. Por ese motivo, Agüera ordenó que incluso su hospital fuese fumigado, al tiempo que se tomaron medidas preventivas colocando rejillas especiales en los desagües del edificio que dan a la calle.
Por su parte, la bioquímica Zaida Gazali informó que la guardia del hospital cuenta con todos los elementos para asistir a personas afectadas con el veneno de animales ponzoñosos. “Tenemos los sueros antialacrán y antiofídicos necesarios e intentamos hacer una campaña de prevención”, destacó en declaraciones a El Diario.
Según explicaron en el hospital diamantino, hasta el momento se ha observado la presencia de dos tipos de alacranes en la zona, “el menos peligroso es negro y el más ponzoñoso es marrón claro con rayas oscuras”, detalló Agüera, para agregar enseguida que la gravedad de las picaduras está relacionada con distintas variables como el peso corporal y la edad del paciente. “En los niños el riesgo es mayor”, aclaró.
Cómo identificarlos
Los alacranes, son de hábitos nocturnos y pasan la mayor parte del día escondidos en lugares sombríos, debajo las piedras, ladrillos, escombros, troncos, grietas de pisos y zócalos o cañerías. No todas las especies son venenosas. La especie ponzoñosa se llama Tityus trivittatus y se caracteriza por ser de coloración marrón claro, tres bandas o rayas longitudinales más oscuras tener en el dorso de su cuerpo, las pinzas finas y alargadas y en el último segmento de la cola un aguijón y una púa.
Su veneno es neurotóxico, provoca dolores intensos y enrojecimiento de la zona de la picadura, aunque también pueden no ser tan manifiestos. La peligrosidad depende de la edad del alacrán, estado nutritivo, época del año, cantidad de veneno inyectado, proximidad de la picadura a vasos sanguíneos y susceptibilidad de la víctima, pudiendo ser muy grave hasta fatal en niños menores de 6 años y ancianos.
Prevención
A la hora de prevenir la proliferación de estos animales, se recomienda limpiar periódicamente las casas, evitar caminar descalzos, revisar calzados y ropas que hayan caído al suelo, no introducir la mano para revisar los calzados o lugares de riesgo, tapar rejillas de baño, cocina, lavadero con tela o malla metálica, evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros o leña, realizar fumigaciones preventivas con especialistas, tener especial cuidado cuando se examinan lugares oscuros y húmedos.
En casos de picaduras la víctima debe quedarse quieta, porque el movimiento del miembro afectado acelera la difusión de la ponzoña por el resto del cuerpo. Además se debe elevar el miembro del cuerpo que fue picado y retirar cualquier cosa que pueda comprimirlo.
Para evitar infecciones y no agravar los efectos del veneno no hay que cortar ni abrir más la herida. Tampoco se debe succionar con la boca la herida para extraer el veneno, aplicar un torniquete o un vendaje apretado, poner o inyectar medicamentos en la herida, ni poner hielo.
Primeros auxilios
La primera recomendación ante la picadura de un alacrán es colocar a la persona afectada de lado, a fin de evitar la obstrucción de la tráquea en caso de vómitos o pérdida del conocimiento, y tratar de identificar al animal, pero no intentar capturarlo. Si está muerto llevarlo al hospital o centro de salud más cercano junto a la persona, con debida precaución.
Se desaconseja suministrar alimentos, alcohol, medicinas o bebidas a la persona picada. Pero si la intervención del médico se deberá suministrar agua.