El chico de 17 años acusado por la violación de la nena de General Campos para quien se solicitó la interrupción del embarazo continúa bajo tratamiento en un centro privado de Paraná y el juez de garantías de Colón, José Tournour, dispuso la aplicación de una medida excepcional por 30 días. Esto significa que será sometido a una serie de estudios y luego de ese tiempo se resolverá la continuidad de la causa judicial en su contra.
Hace dos semanas el joven fue citado ante el juez pero se abstuvo de prestar declaración, aunque dijo comprender la acusación que enfrenta por la violación de una nena de 11 años. El delito que se le imputa es el de abuso sexual con acceso carnal.
El Ministerio Pupilar solicitó que el joven sea sometido a una serie de estudios psicológicos y el magistrado dictó la medida excepcional y lo puso a disposición del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf).
El fiscal Juan Malvasio explicó que “el juez dispuso una medida excepcional por 30 días, que el menor quede a disposición del Copnaf y sea sometido a estudios psicológicos en un instituto, para luego resolver si continúa internado o realiza un tratamiento ambulatorio”.
El sistema judicial establece que el menor es imputable pero no punible –por cuanto se trata de un delito de acción privada– y el proceso en estos casos está regido por el Régimen Penal Juvenil, por lo cual debe recibir un tratamiento tutelar especial. Es que se considera que la privación de libertad es una medida excepcional para los menores de edad porque el aislamiento de una persona que está en proceso de formación, lejos de promover cambios positivos de conducta, contribuye a su desarraigo y desocialización.
Mientras tanto, la causa judicial continúa con la acumulación de pruebas documentales y periciales. De todas maneras, Malvasio señaló que “hay que esperar que la menor embarazada dé a luz para realizar un análisis de ADN, que es la prueba fundamental” y acotó que “si se hacía lugar a la medida cautelar que solicitaba la interrupción del embarazo, el estudio genético se podía realizar sobre el feto”.
La niña de 11 años es oriunda de General Campos, pero fue abusada sexualmente por un joven de 17 años, cuando fue a visitar a su abuelo, que vive en San Salvador, a 16 kilómetros. La víctima declaró mediante la técnica de Cámara Gesell y señaló al presunto agresor, que sería amigo de un vecino de su abuelo.
El hecho se conoció a mediados de enero cuando la nena fue revisada en el Hospital Regional San Miguel de San Salvador porque tenía dolores abdominales. Allí se constató el embarazo y el director del establecimiento, Juan Augusto Arletaz, radicó la denuncia por abuso sexual.
A su vez, la madre de la nena solicitó que se le practique un aborto por considerar que el embarazo ponía “en riesgo la salud” de la menor. Pero el hospital no accedió al pedido de aborto no punible y el caso se judicializó. Estuvo cuatro días sin resolución hasta que finalmente la madre desistió del pedido para interrumpir la gestación.
El acusado tiene 17 años, es oriundo de una zona rural de San Salvador, hijo de un peón de campo y abandonó la escuela. Su familia es de extracción humilde, trabajadora, y según indicaron fuentes judiciales, sus padres están sorprendidos y shockeados por lo ocurrido y por la exposición pública que tomó el caso.