Larocca destacó que “quien anda en el deporte sabe perfectamente que en Concordia no tenemos la infraestructura necesaria ni para una selección sub 20 de Argentina, ni para traer un equipo de primera división. Todo eso es una manera de generar recursos para el futbol local y para otras instituciones, que podían materializarse teniendo la infraestructura”. A entender de Larocca, el mal pasar económico que viven los clubes de la ciudad “es una cuestión de los últimos 50 años que los clubes no tienen una infraestructura adecuada, por ello esto del nuevo estadio, para la liga local, es más que importante y más que relevante”.

La explicación que esgrimió el abogado que conduce la liga desde hace varios periodos consecutivos es que la sede concordiense “vive del aporte que hacen los clubes, cobrando cuotas a éstos y logrando alcanzar apenas los $5.000, por eso nosotros no podemos encarar una obra de semejante magnitud”, motivo por el cual no conciben otra idea mejor que finalizar la construcción del estadio, apara que “dentro de la órbita de la municipalidad poder realizar espectáculos y beneficiar a la ciudad”.

Historias de escrituraciones y concesiones

Rememorando los pasos previos al comienzo de la construcción del estadio de fútbol de Concordia, Laroca dijo que desde el año 95 el terreno del polideportivo estaba registralmente bajo el estado nacional, “luego, tras una concesión paso a nombre de la provincia de Entre Ríos, pero la escrituración fue en el 2003 y luego de eso, llegamos hasta hoy”. A lo que sumó la aclaración de que la concesión que se otorgó fue por 25 años, “de los cuales están transcurriendo cerca de los 17 o 18 años. Razón por la cual se diluyó en el tiempo y hoy por hoy ni la propiedad del inmueble de la liga, ni tampoco es responsabilidad de la liga la obra”.