Una conmoción es por lejos la forma más común de lesión cerebral, recibe cada vez mayor atención en los medios de comunicación y millones de niños en EEUU sufren una cada año, aunque muchos de ellos no van al hospital, afirmó Keith Yeates, del Nationwide Children's Hospital en Ohio, que trabajó en la investigación.
"Nuestro estudio muestra de manera muy convincente que a la gran mayoría de los niños les va muy bien tras sufrir un traumatismo cerebral leve", dijo Yeates. Pero agregó que "la noticia no tan buena es que hay un grupo pequeño de niños que tienen síntomas hasta un año después de la lesión".
En el estudio, que apareció en la revista Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine, Yeates y sus compañeros siguieron a 186 niños con edades comprendidas entre los ocho y 15 años que llegaron a urgencias con una conmoción en el cerebro.
Los pequeños con lesiones en el área eran más propensos a tener tanto síntomas "somáticos" como dolor de cabeza, fatiga y problemas de equilibrio, y síntomas cognitivos como falta de memoria y problemas de atención.
Estas manifestaciones tendían a disminuir con el tiempo, pero en algunos casos los problemas cognitivos persistieron, particularmente en aquellos chicos que perdieron el conocimiento cuando se golpearon la cabeza o tuvieron resultados anormales en la resonancia magnética.
Yeates calculó que entre un 10 a un 15% de los niños que pierden el conocimiento al golpearse la cabeza continúa teniendo problemas cognitivos durante meses tras su lesión.
El estudio está basado en las evaluaciones de los padres sobre los síntomas de sus hijos y no puede probar que esas manifestaciones fueran causadas necesariamente por la lesión cerebral.
Pero Yeates afirmó que estaba seguro de la afirmación puesto que los síntomas eran más comunes en las lesiones severas.