Se conoció ayer que una niña de 10 años cursa un embarazo de 26 semanas. La nena se encuentra internada en el hospital Vidal de Corriente y se la trata por un embarazo de alto riesgo.
La menor fue embarazada por un adolescente de 16 años en la localidad de San Miguel, una zona rural distante a 220 km de Corrientes capital. El menor autor del abuso pertenece al entorno familiar de la víctima, con lo cual se ratifica aquella que en la mayoría de los casos de abusos o ataques sexuales a menores, los autores son familiares o personas muy allegadas a la familia. Lo que no se explica es cómo los familiares directos de la nena no denunciaron el abuso apenas ocurrió y cómo ningún médico denunció la situación a la justicia. Para encontrar una respuesta a estos interrogantes habría que indagar en el entorno socio – cultural de la menor. A veces hay familias que toman con demasiada mansedumbre este tipo de casos o no quieren denunciar al abusador porque también es miembro de la familia. En cuanto a la responsabilidad de las autoridades sanitarias que no denunciaron el caso, hay que entender que hay padres que no acostumbran a llevar con frecuencia a sus hijos al médico. Pueden pasar años y no llevan los chicos “al doctor”, lo hacen solo cuando están muy enfermos como puede haber sido este caso. En el hospital donde se atiende la niña están acostumbrados a que lleguen jovencitas embarazadas, pero en este caso reconocieron que es “la más chiquita de las niñas madres” que les ha tocado atender. Sin dudas esta pequeña, si su embarazo que es de alto riesgo llega hasta el final, tendrá que recibir mucho apoyo, sobre todo psicológico, porque se encontrará con la anormal situación de seguir creciendo a la par de su hijo.