Al menos seis personas murieron como consecuencia del violento temporal de viento y lluvia que azotó ayer la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, donde esta mañana varias calles continuaban cortadas por la caída de árboles y postes.
Tres de las víctimas fatales, entre ellos un chico de 14 años, corresponden a habitantes de la villa 21 del barrio porteño de Barracas que fueron aplastadas por el derrumbe del techo viviendas a causa de ráfagas que llegaron a los 120 kilómetros por hora.
En tanto, una joven de 25 años murió al caerle encima un añejo eucalipto en Gonnet, cerca de La Plata, y corrieron la misma suerte una mujer de 52 en Avellaneda y un hombre en el barrio porteño de Flores.
En la localidad de Gonnet, la tragedia se produjo en la calle 505, entre 25 y 26, mientras que el hombre falleció al caer una medianera.
Las consecuencias del temporal se sentían esta mañana en el transporte, con varios servicios ferroviarios interrumpidos, seccionados o demorados, mientras que se transformaba en caótica la circulación de colectivos y automóviles particulares en varios puntos de la zona metropolitana, por la generalizada caída y destrozo de árboles y postes,
Las calles y vías también se veían entorpecidas por techos, chapas y carteles publicitarios volados por las ráfagas.
Los trenes del ferrocarril Roca quedó interrumpido por falta de energía eléctrico, mientras que tampoco circulaba el Belgrano Sur, el Sarmiento tenía un servicio limitado hasta Haedo y el Mitre sufría demoras.
Este jueves, en una jornada soleada, vecinos de distinta zonas del área metropolitana, muchos de ellos con servicios cortados, amanecieron con serios daños en viviendas y automóviles, además de calles anegadas por lo que se dificultaba la circulación.
En varios municipios se prestaba asistencia a pobladores que sufrieron destrozos en sus vivienda, especialmente en cuanto a voladuras de techos.
En lugares como el barrio Santa Marta, de Tristán Suárez, un complejo de viviendas de material con techos de chapa sufrió destrozos y la gran mayoría de sus habitantes quedó a la intemperie.
"No se quien me va a pagar esto. Lo único que atiné es a tirarme encima de mis hijos", contó un vecino cuya vivienda social, que paga cada mes, quedó sin techo.
En tanto, el distrito de Ituzaingó fue otro de los más castigados con un corte generalizado de suministro de electricidad que se prolongaba este jueves, destrozos que llegaron al propio edificio municipal, y problemas con el suministro de agua.
El viento también destrozó los tinglados de varias estaciones de servicios.
Dos de los establecimientos, de marcas Shell e YPF, situados en Díaz Vélez y General Paz, de Lomas del Mirador, sufrieron el derrumbe total de sus tinglados, lo que provocó daños en varios vehículos y que tres personas resultaran heridas.
"Nos abrazamos y nos pusimos a llorar porque esperamos cualquier cosa", contó un empleado de la estación GNC YPF que junto a compañeros de trabajo se refugió en una pequeña oficina para resguardarse de la furia natural.
Un empleado sufrió un golpe en el hombro cuando le cayó encima una estructura mientras preparaba un ticket, mientras que un automovilista que intentó refugiarse del granizo recibió varios traumatismos cuando su vehículo fue aplastado por el tinglado de la estación.
El automovilsta fue llevado al Hospital Santojanni, donde quedó internado en observación.
Otro hombre que intentó refugiarse con su auto en la Shell también sufrió una suerte similar.
La tormenta causó importantes daños en predios deportivos como "La Quemita", perteneciente a Huracán, y situado en Villa Soldati, y en las instalaciones de Barracas Central.
También sufrió algunos daños el predio del Parque Roca, donde a partir de mañana se disputa el match por la Copa Davis entre los equipos de tenis de Argentina y Croacia.