Cuatro policías con heridas de distinta consideración y destrozos en la Casa de Gobierno fue el saldo de otra violenta protesta convocada por la Mesa de Enlace de las entidades rurales en contra del pago del impuesto inmobiliario rural.
Los disturbios se produjeron cuando la manifestación se estaba desconcentrando y un grupo de ruralistas ingresó por la fuerza al edificio por una de las puertas de calle Córdoba.
A los empujones y tirando palos y diversos objetos contundentes, los manifestantes lograron sobrepasar a dos custodios allí apostados. A uno lo arrojaron al suelo, donde fue víctima de golpes y patadas.
Entraron hasta una segunda puerta vidriada y, tras romper cristales y marcos, embistieron contra otros uniformados que llegaron al lugar, a los que también golpearon. Finalmente, fueron expulsados del edificio.
En el grupo de los violentos pudo verse a Alfredo De Angeli y Alfredo Bel, de Federación Agraria Argentina (FAA), Edelmiro Oertlin, de Fedeco, y Luis Miguel Etchevehere, de Sociedad Rural, entre otros dirigentes.
Trigo
La manifestación había sido convocada para las 9, pero recién pasadas las 11 logró reunirse una cantidad de gente mucho menor a la de la protesta del lunes 9 de abril.
Aquella movilización también culminó con disturbios y un oficial herido, luego de que una bomba molotov que fue arrojada contra la puerta de la Casa de Gobierno y no explotó de milagro esparciera vidrios y combustible sobre la gente.
Bombas de estruendo que disparaban las alarmas de los coches estacionados en la explanada de la Casa de Gobierno, discursos en los que abundaron los insultos contra funcionarios, ruido de cencerros y la distribución de algunos panfletos fueron el marco de la manifestación, en la que Alfredo Bel advirtió: "Le damos dos días al gobernador para que dé marcha atrás con los avalúos".
Luego, el dirigente informó que deseaban ser recibidos "por la máxima autoridad presente" y enseguida los hombres que componen la Mesa de Enlace fueron conducidos por el jefe de Policía, Héctor Massuh, hasta el Ministerio de Producción, donde los recibieron el titular de la cartera, Roberto Schunk, y su par de Gobierno y Justicia, Adán Bahl.
Tras tres cuartos de hora de reunión, subidos a la caja de una Toyota Hilux, los dirigentes anticiparon la decisión de seguir con los reclamos por las vías administrativa y judicial.
Acto seguido, se produjo el derrame de una inmensa cantidad de trigo a través de una tolva cuyo brazo apuntaba desde temprano hacia el acceso principal de la Casa Gris.
Entre la gente, la diputada nacional radical Hilma Re contemplaba la escena con una bandera de Entre Ríos colocada como si fuera una capa, con perfil más bajo que en la manifestación anterior.
El otro agrodiputado entrerriano, Jorge Chemes, esta vez no se hizo presente. Sí estuvieron el diputado provincial socialista Lisandro Viale y su par radical Jorge Monge.
Intimidación a periodista
Después de los disturbios en el centro cívico, alrededor de las 15, un grupo reducido de ruralistas se dirigió a la zona del Túnel Subfluvial.
Allí improvisaron cortes intermitentes en el tránsito en la mano rumbo a Santa Fe durante algo más de una hora.
Hasta el lugar llegó la periodista Lucila Cabrera, movilera de la radio FM Nacional y Popular, a cubrir la protesta para el programa Sintonía Fina. "¿A vos quién te manda? ¿De qué medio sos?", la increparon los manifestantes en tono intimidante.
Mientras la trabajadora salía al aire, para lo cual tuvo que alejarse del grupo, fue rodeada una vez más. “No sé con quién me confundieron. Me preguntaron si yo era la loquita que había llamado recién. Me trataron muy mal y me asusté. Después de hacerme muchas preguntas y tenerme rodeada pasó un auto y lo detuvieron. Se le sentaron en el capot y ahí aproveché y me fui”, relató Cabrera.
El accionar fue repudiado mediante un comunicado por la Unión de Trabajadores de la Comunicación de Entre Ríos (Utcer). "Esta entidad sindical considera fundamental el esclarecimiento de estas situaciones sea cualquiera su origen. No permitiremos que la violencia resulte triunfadora, pues atacar a un periodista es atacar a la democracia y a la pluralidad de voces en la que se asienta", se expresó.