Convenció a todos de que era médico recibido. Y de algún modo, pudo traspasar, airoso, los controles y anotarse como postulante y conseguir trabajo en un hospital público. Pero no era médico; le faltaban tres materias para conseguir el título: Psiquiatría, Clínica y Pediatría. Pero así y todo logró hacerse de una matrícula provisoria, y con ese documento se fue a trabajar al Hospital Sagrado Corazón de Jesús de Basavilbaso. Hasta que lo descubrieron, y debió reconocer que todo había sido un fraude, y que no sólo había engañado a funcionarios de Salud, sino a su propia familia, ya que todos creyeron que efectivamente tenía el título de médico.
El aparente galeno se desempeñó como practicante mientras fue estudiante, y, cuando supuestamente obtuvo el título, comenzó a trabajar como profesional, entre mediados de diciembre y febrero último.
El impostor, de unos 30 años, es oriundo de Villa San Marcial, un pueblo de menos de 900 habitantes ubicado en el departamento Uruguay, y estudió en la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, adonde adeuda todavía tres materias para recibirse. Villa San Marcial, a 25 kilómetros de Basavilbalso, es una localidad de amplio reconocimiento en todo el país por sus fábricas de alpargatas, cuatro en total. Una de ellas es de la familia del hombre que ahora está siendo investigado, y que además ha sido llevado fuera de la zona, para recibir asistencia psiquiátrica.
Una fuente del Ministerio de Salud explicó que, como suele ser corriente, el aspirante a médico tramitó en la provincia una matrícula provisoria para comenzar a ejercer. Y la consiguió. ¿Cómo la consiguió?
“La cuestión es así: si la persona presenta toda la documentación que se le solicita, la matrícula se te da en forma definitiva. Eso es en caso de que haya constancia de que el título está en trámite. Eso es así cuando la Universidad en la que estudió no puede entregar el título definitivo. Entonces, nosotros también, en forma provisoria, otorgamos una matrícula”.
En la página en Internet del Ministerio de Salud de Entre Ríos se detalla qué documentación se requiere para otorgar matrículas provisorias, con una aclaración.
Dice: “El Profesional que, encontrándose vencida su Matrícula Provisoria, se encontrara ejerciendo su profesión y no presentara el título original para el otorgamiento de la Matrícula Definitiva, o en su defecto, solicitara la prórroga del plazo otorgado para la Matrícula Provisoria, será exclusivamente responsable de ello, eximiéndose totalmente de responsabilidad la Secretaria de Salud, sin perjuicio de ser denunciado ante el Ministerio de Salud de la Nación y/o los Colegios y/o Asociaciones respectivas, amén de la sanción disciplinaria que le pudiera corresponder”.
Cuando venció el plazo de vigencia de la matrícula provisoria, desde el hospital de Basavilbaso comenzaron a exigirle la matrícula definitiva. Entonces, el supuesto profesional se presentó en el Ministerio de Salud, con otro ardid: denunció que pretendieron cobrarle para otorgarle un número de matrícula definitiva. “Entonces –abundó la fuente consultada– empezamos a investigar, y desde Rosario nos informaron que no había terminado la carrera. Que debía tres materias”.
La incorporación del médico trucho al Hospital de Basavilbaso ocurrió cuando la Dirección quedó acéfala y debió ubicarse en ese puesto a un profesional de modo interino. Sergio Giordanengo se postuló como candidato a intendente por el PJ en las internas abiertas de agosto de 2011, pero perdió a manos de Perla Battilana. Para ocuparse en la tarea proselitista, pidió licencia en el cargo de director del hospital. En el ínterin, se sucedieron dos directores provisorios y, además, ocurrió el ingreso del médico sin matrícula.
Cuando todo salió a la luz, dijeron en Salud, se hicieron las denuncias respectivas, y se derivó el caso al área legal. “Pero se trabajó con mucha cautela porque se buscó preservar la salud del involucrado porque llegó a mentir tanto que, cuando se vio en medio de todas las presiones, temimos que tomara alguna determinación drástica”, apuntó la fuente.
“No sólo nos mintió a nosotros, sino a su propia familia. A todos hizo creer que se había recibido de médico”, añadió. Por eso, se trabajó junto a un médico psiquiátrica para darle contención.
En los últimos meses, el aspirante a médico cubrió la mayoría de las guardias en el hospital. Incluso, en enero último, atendió un caso que diagnosticó como síndrome urémico hemolítico en una nena, que derivó al Hospital San Roque de Paraná, donde se lo descartó.
El segundo caso
El de Basavilbaso no es el primer caso de un médico trucho que logra acceder a trabajar a un hospital público. En noviembre último se conoció el caso de un supuesto pediatra que había conseguido acceder a un puesto en el Hospital San José, de Federación, que derivó en la apertura de una causa en la Justicia, caratulada “Maidana Gerardo. Sobre usurpación de títulos y honores”. El hecho saltó a la luz cuando el exdirector del nosocomio, Juan Carlos Baldezzari, pretendió exigirle a Maidana la documentación que lo avalaba como médico recibido. Entonces, el falso galeno pretendió exhibir un video con el que quedaría certificado el acto de entrega de su diploma en Rosario. Como Baldezzari rechazó esa respuesta, Maidana no se presentó más a trabajar. Pero como había conseguido mantenerse en su puesto durante mucho tiempo, se las arregló para seguir ligado a la actividad. Luego de perder su cargo en el hospital, armó una empresa de emergencias médicas.
En diciembre de 2011 se conoció un informe de las actuaciones de Salud en torno al caso de Federación, oportunidad en la que se confirmó un dato: a Maidana le faltaban cinco materias para recibirse de médico.