4 de mayo de 2012 |
Ingeniero Entrerriano |
|
Cada vez más cerca de la conducción de YPF.
|
El mismo día que la Presidenta envió al Congreso el proyecto de estatización, el paranaense Miguel Galuccio renunció al cargo de empresario que tenía en Londres. Su decisión refleja un dato importante: que discutía su nuevo destino con el Gobierno desde hacía por lo menos dos meses, lo que disipa una de las críticas más severas de la oposición al proyecto, que se actuó con improvisación. Seguramente, este ingeniero en petróleos sabía más que Antoni Brufau sobre el destino de Repsol en la Argentina, algo que la firma española parece no haber registrado desde que comenzaron las críticas del Gobierno a la asociación pacífica que mantuvieron durante casi una década.Nadie lo admitirá, pero Galuccio fue reclutado con tiempo suficiente como para que estudiase la propuesta, pusiera condiciones, se las aceptasen y que su proyecto fuera compatible con el del Gobierno. Todo eso permanece hoy en el misterio, y sólo se conocen las expresiones de superficie sobre la necesidad del autoabastecimiento y de profesionalizar la gestión de la empresa.Galuccio es una estrella en el planeta de los «reservoristas», los expertos en la industria del petróleo en la localización y perforación de hidrocarburos. Se le reconoce, pese a su corta edad, una experiencia solvente en todos los continentes y un grado de especialización poco superable en la profesión. Los entusiastas de su designación en el Gobierno y en la industria le atribuyen, en léxico cristinista, haber modificado el paradigma de su negocio aplicando tecnologías novedosas que han permitido sacar gas y petróleo, en términos rentables, de yacimientos que antes parecían imposibles de explotar. Es el caso del «shale» gas del yacimiento de Vaca Muerta, que se conoce desde hace 20 años, pero sólo en los últimos dos comenzó a ser atractivo por las nuevas técnicas de extracción y también por los crecientes valores del producto en el mercado. Desde entonces, dicen que es capaz de sacarle petróleo a una Vaca Muerta.Es un dato no menor que haya avanzado en la aceptación del cargo, algo que parece cerrado por la renuncia que anunció a la presidencia de la Integrated Project Management, unidad de la empresa de servicios de exploración y perforación más grande del mundo, la Schlumberger, que tiene negocios en todos los continentes. Nadie cree que arriesgue una de las posiciones más importantes en el negocio a la que puede aspirar un petrolero sin haber ya abrochado su designación en la nueva YPF.
|
Comentarios: |