La desaparición de dos jóvenes mantiene en vilo a sus familias, mientras se trabaja en su búsqueda, aún sin resultados positivos. Una es menor de edad, y el otro joven es mayor, es mayor pero hace días que estaría sin su medicación para el tratamiento psiquiátrico.
En las últimas semanas, se radicaron dos denuncias para determinar el paradero de dos jóvenes: el de Camila Regner, de 16 años, hace 12 días, y el de Adriano Natanael Cáceres, de 25, el viernes.
Ambos casos cuentan con pedido de localización a nivel nacional, y sus familias están desesperadas ante la falta de novedades.

Camila Regner, la última vez que fue vista en la noche del 25 de abril, cuando salía de la escuela La Base de avenida Jorge Newbery de Paraná, vestía el uniforme de la institución: pantalón gris, camisa celeste y campera negra. Mide 1,66 metros, y tiene un peso de 56 kilos.
Iba al turno noche de la institución de avenida Jorge Newbery, cuyas clases finalizaron a las 21.20. Desde entonces su familia radicó la denuncia para la búsqueda de su paradero, que hasta hoy, 12 días después, no se sabe cuál es.
Su abuela, Irma Emeri, es quien tiene su tenencia y la de sus cuatro hermanos menores, y está desesperada. Aunque sabe que puede haberse ausentado por su propia voluntad, con el paso de los días sin noticias crece la desesperación. “Ella salió a la mañana y no volvió más”.
La abuela tiene la tenencia de los cinco hermanos luego de los episodios de violencia familiar y maltratos sufridos cuando vivían con su madre y padrastro. Entre los temores que tiene Irma, es que el hombre haya regresado y pueda habérsela llevado, ya que años atrás, Camila debió escaparse y avisar a la policía.
Camila “se fue vestida con la ropa de la escuela”, dice Irma y confiesa que quería volver con la madre. Sin embargo, por orden judicial de restricción, la mujer y Camila no pueden acercarse a menos de 100 metros tras un episodio de abuso. Irma y los amigos pegaron carteles con la foto de la joven y números telefónicos por todos lados, mientras la División Minoridad de la Policía, con el apoyo de la División Trata de Personas, trabaja en la búsqueda. Desde la fuerza se informó que la buscaron por todos lados, recorrieron los domicilios de todos sus amigos y compañeros de la escuela, pero nadie sabe qué pasó ni dónde puede llegar a estar.
"Si te tienen escapate", fue el llamado de una amiga de Camila.
Cualquier información sobre su paradero hay que comunicarse a los teléfonos 154686160 o 4366521, de su familia, o también al de la División Minoridad de la Policía, 4209194.

En tanto, Natanael Cáceres desapareció el viernes 4 de mayo por la tarde en el barrio Aatra. Es un paciente psiquiátrico del que su familia y sus amigos perdieron total contacto, y no se descarta que haya decidido viajar. Su aspecto físico es alto y delgado: mide aproximadamente dos metros de altura y pesa unos 76 kilos.
Al momento de ausentarse vestía pantalón de jean, una campera color crema, zapatillas y una gorra verde. Además, llevaba una mochila azul y negra, cuya marca (Wilson) es muy visible.
Su familia está desesperada. El joven, de 25 años, es paciente psiquiátrico y ya hace cuatro días que no toma su medicación. Como siempre decía que quería irse a Estados Unidos, una de las hipótesis es que haya viajado a Buenos Aires y haya intentado llegar a Ezeiza, ya que tenía algo de dinero en efectivo. “El problema es que una vez que llegó ahí no sé qué habrá hecho”, dice Fabio, su hermano.
El viernes a las 15, Fabio vio a Natanael en la zona de su casa. Algunos vecinos afirman que lo vieron a entre las 16 y las 18 en el barrio, en una parada de colectivo. Al pasar las horas y no tener noticias suyas, familiares y amigos salieron a recorrer la ciudad y a pegar carteles con su foto y los datos para aportar información. En la terminal de ómnibus, tres personas que trabajan ahí les dijeron que lo vieron el sábado por la tarde en las inmediaciones. Otro vecino, dijo que lo vio el sábado por la madrugada en la puerta de su casa.
Para aportar algún dato al respecto, hay que llamar a alguno de los teléfonos: 4331225, 4353347 o 154294129, todos ellos de Paraná.