La Red de Médicos de Pueblos Fumigados que trabaja en las zonas sojeras aseguró que después de 15 años de “fumigaciones sistemáticas” cambió el patrón de enfermedades.
A través de un informe, afirmó que “más del 30 por ciento de las personas que mueren en estos pueblos fallecen por cáncer, mientras que en todo el país ese porcentaje es menor a 20 por ciento”.
Asimismo, sostuvo que la tasa de abortos espontáneos llega al 19 por ciento, y que aumentó la infertilidad y los nacimientos con malformaciones.
Los problemas respiratorios son mucho más frecuentes y vinculados a las aplicaciones, igual que las dermatitis crónicas; de la misma manera, los pacientes epilépticos convulsionan mucho más frecuentemente en época de fumigación, son más frecuentes la depresión y los trastornos inmunitarios”, agregó.
“Los rebaños de cabras de los campesinos y originarios registran, en algunas zonas, hasta un 100 por ciento de abortos vinculados a la exposición con pesticidas.
Se detecta también un aumento de trastornos tiroideos y de diabetes. Cada vez nacen más niños con malformaciones, especialmente si los primeros meses del embarazo coinciden con la época de fumigaciones”, señaló en el informe.
Se trata de poblaciones de La Pampa, Salta, Jujuy, San Luis y Catamarca y casi en su totalidad en Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes y Entre Ríos.
Los pueblos fumigados también presentan un cambio en sus causas de muerte. “Según los datos de los registros civiles a los que hemos podido acceder, encontramos que más del 30 por ciento de las personas que mueren en estos pueblos fallecen por cáncer, mientras que en todo el país ese porcentaje es menor a 20 por ciento”, consignó el trabajo firmado por el doctor Medardo Avila Vázquez.