La grave denuncia la realizó Adriana Soledad Aparicio, quien padece severos problemas de visión, muy evidentes, quien vive en el barrio 150 Viviendas, al oeste de La Histórica y que diariamente debe viajar en colectivos hasta el centro de la ciudad para llevar a la escuela a sus dos hijos, razón por la cual se le entregó la credencial (pase libre) que acredita su discapacidad y que es avalada por la Dirección para la Inclusión de las Personas con Discapacidad.
Soledad señaló que los hechos denunciados ocurrieron el 27 de julio y el 3 de agosto, en el horario de la tarde, los que denunció ante la Oficina de Discapacidad y la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
“Quiero hacer público un caso de discriminación. Soy una persona con discapacidad visual y padezco además serios problemas cardíacos. Por este problema se me otorgó la credencial en la Oficina de Discapacidad, con la cual puedo viajar en micros urbanos gratuitamente y en lugares que deben estar señalados para personas con capacidades diferentes, pero en dos oportunidades choferes de la Línea 4 me negaron este derecho y en una oportunidad me hicieron bajar del colectivo con mi hija de 8 años. Esto me dolió mucho y también le hizo mucho mal a la nena, que tuvo que vivir un momento muy feo”, señaló la mujer, a quien a simple vista se le observa los problemas de salud que padece.
Denuncia
Soledad dijo que se le faltó el respeto y aseguró que esto ocurre con alguno de los choferes de la tarde, indicando que durante los turnos de la mañana jamás fue objeto de maltrato o falta de respeto.
La mujer denunció que la peor situación la pasó frente al hospital Urquiza, cuando intentó subir y el conductor le dijo que no la llevaría porque su credencial no era la permitida: “Le expliqué que era la que me dieron y tiene la foto color, con la firma y sello correspondiente. Discutimos y delante de todo el pasaje me hizo descender con mi hija. Fue un momento muy triste para ambas. La gente con discapacidad estamos amparadas por la Ley nacional 25.280 y la Ley provincial 9.891, sancionada en el 2009, donde está todo reglamentado, hasta cómo deben ser las unidades, lo que no se cumple”.
“Presenté la denuncia en la Oficina de Discapacidad y ya mandé la misma a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte, pero además pienso seguir esto hasta que llegue a la Justicia y que se tomen medidas”. Aparicio fue clara al destacar que se debe respetar el derecho que asiste a las personas con discapacidades y le molesta que esto se produzca, indicando que no fue la única persona que debió soportar este trato, por lo que espera que alguien responda y que no vuelva a suceder, al tiempo que indicó que se deberían equipar como exige la ley a las unidades, al tiempo que los responsables tendrían que capacitar a sus choferes en este aspecto, argumentando que hasta el momento no tuvo contacto con encargados de la empresa.
“Tienen que comprender que somos personas con serios problemas de salud y que no se nos puede tratar de esta manera”, finalizó.