Según los datos que evidenció el presidente de la Federación Económica de Entre Ríos (Feder), en la provincia “funcionan cerca de 10 Saladitas” que preocupan a los empresarios y comerciantes que trabajan en blanco.
López explicó que “la idea es trabajar con los intendentes y con los legisladores” para que se promulguen leyes y ordenanzas.
Al parecer se avanzó en la regulación de La Saladita de Victoria y se intenta realizar lo mismo en ciudades como Gualeguay, Gualeguaychú, Concepción del Uruguay y Chajarí.
Los empresarios aseguran que en la competencia directa pierden entre “un 40% y 50% “si se tienen en cuenta las cargas impositivas. Es que si se comparan los precios, un par de zapatillas deportivas en una cadena de venta de indumentaria cuestan el doble que un modelo similar en un local informal. Claro que el local con vidriera y empleados tiene gastos fijos que los lleva a retocar los precios en forma permanente.
Hace unos meses, en Concepción del Uruguay se conoció que cerca del 15% de la ropa que se usa, es la que se vende en el mercado informal. En La Histórica, como en la mayoría de las ciudades de la provincia, cada vez más personas viajan a La Salada “original” para comprar indumentaria y luego revenderla.
Así se va formando un mercado paralelo que compite de manera directa con los locales que pagan sus impuestos. El problema se genera cuando, como sucede en Paraná, se instalan negocios “formales” que venden marcas falsificadas.
Solo basta recorrer los locales que crecen en el microcentro y en los barrios de la capital provincial, para descubrir los buzos de las “tres tiras” o con la famosa pipa, que cuestan dos veces menos de lo que valen los “originales”.
Ordenanzas
Desde el Centro Comercial de Paraná en conjunto con la Feder adelantaron que la intención es que “se regularicen los comercios” pero no quieren prohibir algún tipo de emprendimiento. Por eso destacaron lo que sucedió en Villa Libertador San Martín y esperan que en Victoria, el intendente Ruben Dario Garcilazo, concrete las medidas en el asentamiento que se levanta en lo que será la extensión del bulevar Belgrano.
Las marcas internacionales que se consiguen a bajo costo
Un buzo GAP original cuesta 300 pesos, todo depende de la tienda del mundo en que se compre o si se lo adquiere a través de la página oficial de la marca (www.gap.com) se pude pagar 247,18 pesos. Lo llamativo es que en Paraná se consigue a 95 pesos.
Es obvio que son truchos y que alguien está ganando con el nombre de la marca y con el diseño que otro pensó. Pero como la marca de indumentaria minorista que más vende en Estados Unidos debe saber defenderse sola, en Argentina hay que preguntar quién confecciona la ropa y en qué condiciones están los trabajadores.
En el centro de la capital provincial un buzo de la marca de la “pipita” se puede adquirir a 100 pesos mientras que una “casa de deportes” no baja de los 350 pesos.
Los ejemplos se pueden seguir nombrando sobre todo entre las zapatillas deportivas o los botines de fútbol. El tema es que si es tan fácil detectar la venta de prendas falsificadas por qué no se hace nada.
Todavía no hay una explicación sincera del por qué se habilitan locales en donde se venden imitaciones de marcas de surf multinacionales. A los compradores los estafan con marcas similares a las originales que se las cobran al valor de las firmas que lideran el mercado mundial.
Esto se repite en muchas marcas del mercado argentino que, además, tienen sobre sus espaldas, denuncias de explotación de trabajadores que confeccionan sus piezas.