Un hombre de 37 años de edad, acusado de perpetrar un asalto a mano armada, fue condenado este martes en la Sala Penal de Concepción del Uruguay, a cuatro años de prisión efectiva, al encontrárselo responsable del delito. Su abogado defensor sostuvo que un había elementos que pusieran a su cliente con certeza en el lugar de los hechos y se presentará en casación ante el Superior Tribunal de Justicia. Se trata de Rosendo Larrosa, quien fuera acusado de asaltar junto a otro cómplice el 18 de noviembre del 2010, a la familia Serra, en su domicilio de calle Almafuerte 871, hecho por el cual recibió la representación legal del doctor José estaban Ostolaza.

Por otra parte, Larrosa llegó también a juicio en esta jornada, acusado de cometer un robo simple en una vivienda de Estrada y 22 del Oeste, barrio Villa Las Lomas Norte, el 28 de diciembre de 2008, en complicidad con Adrian Orlando Mondragón de 21 años.

Los casos

El principal de los casos fue el de la familia Serra, donde hubo violencia y amenazas con armas de fuego. Según obra en los expedientes de la causa, Larrosa, junto a otro malviviente, llegaron a la vivienda alrededor de las 7.50 de la mañana, en el instante que María Gabriela Percara regresaba a su casa con su nena de dos años, luego de llevar sus hijos a la escuela.

Los ladrones sorprendieron a la mujer a la que empujaron hacia el interior del inmueble y comenzaron a amenazarla con sendas armas de fuego tipo revólver, por lo que la víctima gritó en su desesperación, despertando a su esposo Alejandro Serra, que se encontraba durmiendo en la planta alta junto a su hija de cuatro años.

El dueño de casa descendió inmediatamente para ver lo que pasaba, siendo sorprendido por los asaltantes, uno de ellos joven que cubría parcialmente su rostro con una capucha y el restante de mayor edad, algo más robusto y a cara descubierta, los que lo inmovilizaron con precintos plásticos y lo obligaron a ir a una de la habitaciones, separándolo de su mujer e hijas, que fueron llevadas a otro sector de la casa.

Mediante amenazas y golpeándolo en el rostro, los asaltantes exigían el dinero en efectivo que supuestamente tenía la víctima, dueño de un comercio de La Histórica. Fue casi una hora de tensión y angustia la que pasaron las víctimas, tras lo cual los asaltantes se dieron a la fuga con una suma de 2.200 pesos, joyas y celulares, destacándose que en el momento del hecho, el ladrón de mayor edad, luego sindicado como Larrosa, recibió dos llamadas a su celular, por lo que se presumía que hubo un tercer sujeto de campana en el exterior.

Tras lo sucedido, la Policía inició las diligencias del caso y luego de practicar dos reconocimientos por galería fotográfica, se apuntó el caso a Rosendo Larrosa, realizándose al menos tres allanamientos, en uno de los cuales se secuestraron dos joyas de las víctimas y un celular, el cual se estableció fue el usado por Larrosa, ya que se pudo constatar las dos llamadas que se practicaron esa fecha y en el horario del robo.

Llevado a juicio ante el Tribunal integrado por los vocales Marta Bonifacino, Mariela Di Pretoro y Fabián López Moras, el fiscal Mario Schreiner, formuló la acusación en su alegato, sosteniendo que estaba debidamente probado por los testimonios de ambas víctimas en instrucción y en la misma audiencia, la responsabilidad de Larrosa, señalando que fue reconocido y destacando la tenencia de elementos delas víctimas, así como el celular con las llamadas comprometedoras, por lo que solicitó la pena de 4 años de prisión efectiva por el delito de robo calificado por el uso de arma, cuya aptitud para el disparo no fue acreditada, dado que estas no fueron halladas.

Defensor

Por su parte, el doctor Ostolaza cuestionó lo actuado durante la instrucción del caso, señalando que hubo errores en el proceso. Entre los puntos cuestionados por el defensor, se encontraba el reconocimiento en galería fotográfica, la cual se practicó en etapa previa al proceso en sede policial, sin testigos ni oportunidad de defensa para el acusado, insistiendo que fue una medida preprocesal y no se realizó luego para corroborar los resultados una rueda de personas, razón por la cual la consideraba inválida como prueba. También señaló que su cliente no era responsable de la dos joyas halladas en su domicilio, ya que estas llegaron a manos de su esposa como pago por la venta de mercadería y él desconocía su procedencia, insistiendo de que el hecho de que estuvieran en su cas no implicaba su presencia en el lugar del robo.

El abogado además se refirió al celular secuestrado con las dos llamadas coincidentes, manifestando que tampoco era elemento certero para acusar a su cliente, ya que consideraba que como máximo se le podría endilgar que tenía conocimiento de lo ocurrido y que pudo incurrir en el delito de encubrimiento, del cual no fue acusado oiportunamente, destacando además que ambas víctimas podrían haber sido inducidas a dar a Larrosa como culpable, ya que sin conocerlo daban su nombre y no eran capaces de reconocerlo si lo veían frente a ellos, razón por la cual solicitó la absolución del delito que se le acusa o en su defecto la pena mínima.

Tras los alegatos y un cuarto intermedio, la doctora Marta Bonifacino dio lectura a la sentencia, haciendo lugar al pedido de la Fiscalía y aplicando 4 años de prisión efectiva a Rosendo Larrosa, por el delito de robo calificado por el uso de arma, cuya aptitud para el disparo no fue acreditada. La defensa señaló que se reservó el derecho de ir en casación ante el STJ.

Segunda causa

Respecto a la segunda acusación sobre robo simple en una vivienda de Estrada y 22 del Oeste, barrio Villa Las Lomas Norte, propiedad de Jorge Valdez, donde sustrajeron un bolso con dinero y se vieron frustrados de llevarse numerosos elementos que tenían preparados, al ser sorprendidos por el damnificado. Por este caso fue detenido Adrian Orlando Mondragón y luego se imputó a Larrosa de ser el cómplice, pero no había elementos suficientes para probar su presencia en el lugar.

Por esta caso, la defensa solicitó una probation pata Mondragón y el pago de una suma de 1.000 pesos de resarcimiento a las víctimas, lo que finalmente fue aceptado por la Fiscalía y aprobado por el Tribunal, por lo que realizará tareas comunitarias en el Cristo de los Olivos.