Y un día, Racing recuperó la sonrisa. La Academia no había vuelto a verle la cara al triunfo después del clásico, pero con una espectacular noche de Luciano Vietto y la yapa del penal atajado por Agustín Pelletieri en el final, vivió una noche para el recuerdo coronada por el 3-1 sobre San Martín de San Juan.
Los de Luis Zubeldía dominaron ampliamente el primer tiempo. Las intervenciones de Ricardo Centurión fueron suficientes para alimentar su maquinaria ofensiva y dejar perplejos a los sanjuaninos, que nunca encontraron espacios para hacer jugar a Federico Poggi y cuya carta de mayor peso era Claudio Riaño cuando retrocedía por el balón.
Sin embargo, los intentos locales se topaban una y otra vez con Luciano Pocrnjic. Primero, anticipó a Centurión, luego despejó un tiro de Iván Pillud y más tarde le ahogó el grito a Diego Villar. Hasta que a los 39 Vietto empezó su show, cuando clavó de media distancia un zapatazo furibundo al ángulo derecho del arquero.
Sin embargo, apenas comenzado el complemento llegó la zozobra para el anfitrión. Riaño pateó desde el mismo lugar que Vietto y su tiro, bajo, se metió a la derecha de Jorge De Olivera. El cachetazo resintió a Racing, y los de Facundo Sava vivieron su mejor momento con las subidas de Mauro Bogado y la mayor intervención de sus delanteros. Gastón Caprari amenazó con un intento desde afuera que se fue cerca.
Hasta que, a los 14, La Academia volvió a golpear a fondo. Pillud escapó por derecha y mandó un centro que Vietto cabeceó al segundo palo para aventajar de nuevo al dueño de casa. Y eso, para un equipo tan golpeado como el verdinegro, fue mortal. Ya no tuvo reacción, y permitió que a los 24 fuera Pelletieri quien avanzara por la derecha y enviara el centro pasado para que la bajara Villar y Vietto, de volea en el corazón del área, decretara el tercero.
Entonces, los de Zubeldía se dedicaron a vivir su fiesta tanto adentro como fuera de la cancha: la imagen final pareció ser el último cambio con la ovación para Vietto, pero aún faltaba la frutilla del postre. A los 43, Riaño encaró por la izquierda a De Olivera, lo superó y el arquero lo bajó. Penal, expulsión y variantes agotadas para el local, que vio con estupor cómo Pelletieri se calzaba los guantes para afrontar muy probablemente otro descuento que sería la puerta del último sufrimiento.
Pero el mediocampista de arrojó a su derecha como el más experimentado guardameta y le tapó el esquinado remate a Caprari para subirse al podio de héroes de la noche. Y en el descuento, Luciano Aued casi marca el cuarto con un remate al ángulo que atajó Pocrnjic.
La velada llegaba a su fin dejando un tendal de emociones. Tan positivas para Racing como preocupantes para San Martín, que perdió los cinco partidos que jugó en el Torneo Inicial y en el que Sava atraviesa un duro presente en torno a su continuidad.