Norma Weimmer es mamá de una joven de 16 años, alumna de la escuela nocturna de la EET Nº 1, de Paraná. El 29 de agosto hizo una denuncia porque a su hija, “en el interior de la escuela, la golpearon y estuvieron a punto de ahorcarla, la agarraron de cuello y manos, mientras otros les hacían de campana”, contó la mujer al programa Códigos.

Los agresores fueron “dos chicas y dos chicos” de edades comprendidas entre los 15 y los 18 años. De ellos, tres son hermanos, detalló la mujer. Una de las victimarias, no era alumna de la institución, los otros sí.

Weimmer dijo que radicó la denuncia en comisaría cuarta, donde se le alertó que “adentro de la escuela debe haber un policía y me dijeron `averigüen donde está´”.

Detalló que los hechos sucedieron “mientras estaban en un recreo”. Aparentemente, según reconoció la mujer los sucesos se desencadenaron a partir de “un tema de noviecitos; se han llevado por chismes”. Acotó que su hija y una de las agresoras “eran amigas, pero pasaron a ser enemigas, con el tiempo, luego de una discusión”.

Al mismo tiempo, Weimmer informó que anterior a este suceso, los agresores “fueron a mi casa a pegarle a mi hija. Ese día se presentaron con hacha, machete, cadenas y martillo. Una vecina los vio”.

Pero las denuncias de la madre de la menor fueron más allá, dijo que “uno de los chicos lleva armas, va con revolver, a la escuela. Ya hay una denuncia formalizada”. Destacó que en la escuela “están al tanto, se habían enterado, se lo habían comentado. Me dijeron que estos chicos no podrán entrar a la escuela hasta tanto vayan a hablar, junto a sus padres, pero no tienen dirección ni teléfono de estas personas”. Aclaró que los agresores “dejaron de ir a la escuela”.

Su hija, puntualizó la señora, tras los hechos, volvió a la escuela, aunque “estacioné el auto, y este grupito estaba del lado de afuera”.

Para la mujer, “no están dadas las garantías para que la menor siga concurriendo”. Además, porque “el juez tendría que estar citándome a mi y mi hija y a los menores, pero no lo ha hecho”, se quejó.

Los hechos no culminaron con la agresión del 29 de agosto, ya que ese mismo grupito “ha amenazado con quemarme la casa, ahorcarme mi hija y quitarle la bebé (de un año de edad, hija de la víctima)”, detalló. Se comunicaron “el domingo, al teléfono de mi sobrina, donde le dijeron que Noelia se cuide porque la van a cortar y le van a quitar la bebé”, insistió. Por este suceso radicó la denuncia en comisaría tercera.

La mujer quiere además, conocer porqué el día de la agresión, en el interior de la escuela, “no estaba el policía”, para evitar o tomar partido sobre lo que ocurría.