El partido de ida del Superclásico de Las Américas, entre Argentina y Brasil, se jugó en Goiania. Será recordado por la elección de Alejandro Sabella de presentar una alineación con cinco defensores y tres mediocampistas más afines a la marca que a la generación de fútbol. Si bien el desarrollo fue parejo, el dueño de casa ganó por la mínima diferencia y gracias a un tanto de penal convertido por Neymar en el ocaso de la noche. El 2-1 obligaba a La Argentina a ganar de local para quedarse con el trofeo.

La revancha estaba pactada para hace quince días, en la provincia de Chaco, y debió suspenderse por causas de fuerza mayor. El grupo electrógeno sufrió una alteración y jamás volvió a prender. Esperaron una hora pero el inconveniente no se solucionó, por lo que el juez decidió postergarlo hasta próximo aviso.

Desde entonces se dijeron varias fechas tentativas, y también se especuló con la sede, hasta que finalmente las versiones murieron en la confirmación: las selecciones de Argentina y Brasil, integradas por futbolistas que se desempeñen en las ligas de estos dos países, se enfrentarán por segunda vez en el año el próximo 21 de noviembre a las 21 horas en la cancha del Club Atlético Boca Juniors.