La Policía de Concordia realizó un allanamiento durante el cual incautó diversos elementos relacionados con el robo de motos. La investigación surgió luego de un violento hecho ocurrido en un comercio ubicado en calles Diamante y Crisóstomo Gómez. Allí había ingresado un cliente, al cual un delincuente intentó robarle la moto que había dejado afuera, pero esto fue advertido por su dueño y por el hermano de la propietaria del negocio, quienes salieron a la calle y tras reducir al caco lo golpearon en el piso.
En ese momento se acercó su cómplice que hacía de campana y lo aguardaba en otra motocicleta. Con un arma de fuego intimó al propietario de la moto y a su defensor para que suelten a su compañero de andanzas; al hacerlo el malhechor que había sido reducido y golpeado sacó un arma de fuego que tenía entre sus ropas y efectuó un disparo que impacto en la pierna izquierda de Guillermo (hermano de la propietaria del comercio), para luego fugarse junto a su cómplice, sin lograr robarse el rodado. El herido fue trasladado al Hospital Masvernat donde se determino que presentaba una herida en el muslo con orificio de entrada y salida, lesiones estas afortunadamente de carácter leves.

Allanamiento
Tras el suceso, en la tarde del miércoles los investigadores efectuaron un allanamiento en un domicilio en la zona de calles Córdoba y 53 oeste, lugar donde lograron secuestrar un revólver calibre 22 mm. sin marca visible, un cargador de pistola calibre 9 mm. con tres proyectiles y una motocicleta marca Gilera 110 cc. la cual tenía pedido de secuestro desde el mes de septiembre del corriente año, ya que había sido sustraída en jurisdicción de Comisaría Octava. Pero grande fue la sorpresa de los policías cuando en el lugar también hallaron un taller de moto clandestino, encontrándose en su interior gran cantidad de motos partes de distintas marcas.
Con el conocimiento de la justicia se procedió a un control más excautivo; logrando secuestrarse partes de motocicletas, dos de ellas marca Yamaha y la otra a determinar marca; como así también se procedió al secuestro de varios repuestos de motocicletas. En el fondo de la vivienda también se halló un lugar de quema, que sería donde los “motochorros” luego de desguazar las motos quemaban partes de las mismas para intentar borrar evidencias, ya que se hallaron restos de plásticos quemados.
Esta vivienda y desarmadero clandestino es habitado por un joven de 16 años, conocido de la policía por sus malas andanzas, quien ahora tendrá que rendirle cuentas a la Justicia.