9 de enero de 2013 |
OLA DE CALOR. |
|
CUIDADOS Y PREVENCION.
|
La mayor atención debe dirigirse a bebés, niños, personas mayores de 65 años y a quienes padecen enfermedades crónicas. Tomar abundante agua y protegerse del sol, algunas de las medidas preventivas. Las elevadas temperaturas de la época estival son peligrosas, principalmente para los bebés, niños pequeños, ancianos y quienes padecen enfermedades crónicas. Ante esa situación, es necesario tomar precauciones para evitar las descompensaciones y los demás problemas de salud ocasionados por los golpes de calor. La Dirección de Salud municipal reiteró consejos con el objetivo de que la población pueda tomar medidas de prevención ante la aparición de síntomas de alerta por exposición directa al sol, al por ejemplo. En ese sentido, se recomienda adoptar los siguientes cuidados: - Tomar mucha agua durante todo el día. - Evitar las comidas abundantes y consumir alimentos frescos, como frutas y verduras. - Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes. - Usar ropa suelta, de materiales livianos y de colores claros. - No realizar actividad física en ambientes calurosos. Tomar líquido antes, durante y después de practicar cualquier actividad al aire libre. - Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla. - Usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más. - Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación. Respecto a los bebés y niños pequeños, aconseja darles el pecho a los lactantes con más frecuencia, hacerlos beber agua fresca y segura, trasladarlos a lugares ventilados y ducharlos o mojarles todo el cuerpo con agua fresca. Otros cuidados Asimismo, se recuerda que si una persona siente mareos o se desvanece, se debe acostarla en un lugar fresco, bajo techo; se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces, y se le puede colocar agua fría en las muñecas para aliviarla. Otros síntomas de alerta son el dolor de cabeza, la sensación de fatiga, la sed intensa, las náuseas y los vómitos, los calambres musculares, las convulsiones, la sudoración (que cesa repentinamente), la somnolencia y la respiración alterada. Frente a ellos, es fundamental concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.
|
Comentarios: |