Una joven que era buscada desde el 4 de febrero, se presentó en la Policía de Concordia este martes por la tarde y denunció haber dejado su casa tras haber sido violada un familiar directo. La muchacha era intensamente buscada por sospecharse -de acuerdo a los testimonios de sus allegados-, que podía haber sido cooptada por una red de trata de mujeres. Sin embargo, se animó a denunciar a su propio hermano, acusándolo del delito de abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo. Margarita Cirola, de 23 años, quien tenía pedido de localización por parte de familiares, se presentó en la Policía de Concordia y denunció los hechos por lo que se había ausentado de su hogar el 4 de febrero.
Según denunció la joven, haría diez años que su hermano vendría acosándola, hasta que hace un par de meses atrás la habría violado dentro de un motel de la zona norte de la ciudad.
Todo esto motivó que Margarita decidiera abandonar su hogar, y escribiera una carta a su madre contando el supuesto abuso por su hermano. Siempre de acuerdo a los datos suministrados por una fuente de la justicia local, la joven arribó desde Buenos Aires e indicó que huyó de su vivienda debido al calvario que vivía a diario en el mismo techo compartido con su hermano.
En su declaración, la muchacha habría narrado que mientras tenía 12 años, su hermano ya habría intentado abusar de ella, pero fue descubierto por su madre, razón por la cual la familia reprochó su actitud hasta la actualidad. A pesar de ello, el joven nunca habría desistido de abusarla, ya que siempre aprovechaba cada oportunidad para intentar tocarla, manoseando sus partes íntimas y hasta besarla contra su propia voluntad.
Toda esta situación habría sido tolerada hasta hace dos meses y medio, cuando al hijo del supuesto abusador le regalaron un perro y la víctima lo acompañó hasta el veterinario, pero a su regreso el conductor tomó otro camino, “paseándola por varios lugares de la ciudad y dando reiteradas vueltas para despistarla”, hasta que arribaron a un motel de la zona norte, donde la joven habría ingresado bajo amenazas.
Una vez en el interior de ese sitio, la joven habría sido sometida sexualmente a través del uso de la fuerza. Por este motivo es que la joven emprendió desde hace 15 días un viaje hacia Buenos Aires, donde la esperaba la casa de una tía, con quien habría podido revelar la historia.
En esa ciudad fue que se enteró de la intensa búsqueda que llevaba a cabo la policía dentro de la provincia y por tal motivo emprendió el regreso para confirmar que no se encontraba bajo ninguna red de trata de personas, sino que había escapado de la pesadilla familiar denunciada.