El paranaense Leopoldo Ruiz Moreno decidió decirle definitivamente adiós al básquet. A los 41 años, el talentoso jugador surgido del Atlético Echagüe Club seguía sumando minutos en Del Progreso de General Roca equipo con el que disputó el reciente Torneo Federal. Finalmente, después de una carrera cargada de éxitos, Leo tomó la decisión de colgar las botitas, como se dice habitualmente en la jerga del baloncesto. Además del AEC, vistió los colores de Deportivo Roca, Atenas de Córdoba, Independiente de General Pico, Obras Sanitarias, Estudiantes de Olavarría, entre otros elenco de Liga Nacional, además jugó tres temporadas en el baloncesto europeo, allí visitó las casacas de Virtus Ragusa, Scafati Basket y Virtus Bologna, todos de Italia. Días atrás, el ahora ex jugador, tuvo su merecido homenaje en el partido despedida. Compartió el evento con su amigo Diego Casemayor, quien también dejó el deporte de sus amores. Entre otros invitados estuvo su amigo Pepe Sánchez, con quien compartió el campo de juego.
Sus condiciones físicas están intactas, no por nada fue uno de los jugadores destacados del club Del Progreso en el reciente Torneo Federal. Sin embargo, a los 41 años entendió que ya era tiempo de dar un paso al costado. Leopoldo Ruiz Moreno tomó la determinación y decidió retirarse de la práctica activa del básquet. Fue en General Roca, ciudad que el sábado pasado le rindió un merecido homenaje.
El reconocimiento fue dentro del campo de juego, en un partido amistoso con invitados especiales. Leo no fue el único gran protagonista. También lo fue Diego Casemayor, otro que decidió retirarse tras una larga trayectoria.
En General Roca admiten que una buena parte de la culpa de que esta ciudad se respire básquet mucho se debe a Ruiz Moreno y a Casemayor. Los dos no sólo fueron compañeros y formaron parte de aquel equipo de Deportivo Roca que logró el ascenso a la Liga Nacional, en la temporada 1992/93, sino también hasta la fecha representaron a los equipos de la ciudad en la tercera categoría del básquet argentino.
Leopoldo Ruiz Moreno mostró su calidad, inmune a pesar del paso del tiempo. Pero lo bueno para él es que también volvió a contar minutos de juegos con grandes amigos, como Juan Ignacio Pepe Sánchez y Rubén Scolari, además de Diego Guaita, Pablo Albertinazzi y el ex Sionista, Javier Ceci. También estuvieron sus padres, que viajaron especialmente para presenciar el retiro.
En sí, el evento tuvo otros condimentos, como por ejemplo que todo lo recaudado fue para apoyar el trabajo de la Asociación Neurofibromatosis Patagonia, consigna El Diario.
Atrás quedó una carrera profesional de alto vuelo, que incluyó equipos de primer nivel, campañas en Europa, en Brasil, participaciones en el Juego de las Estrellas y también en la selección argentina. Desde muy chico Leo se destacó en las inferiores de Echagüe. Debutó en la Liga Nacional en la temporada 1990.
Después emigró en busca de un crecimiento personal. Recaló en Deportivo Roca, en aquel conjunto de Pablo Coleffi que terminó logrando el ascenso a la elite. Después jugó en Atenas e Independiente de General Pico. En Córdoba no le fue tan bien, fue suplente del ídolo Marcelo Milanesio. En Independiente explotó. Fue clave para la enorme campaña de los pampeanos, finalistas en la 1996/97 y campeón Sudamericano en el 1996.
Tuvo su experiencia en Brasil, en el Gremio. Pero después pegó la vuelta para sumarse a Obras Sanitarias y Estudiantes de Olavarria. Zurdo, de penetración profunda y acrobática y con gran visión de cancha, Ruiz Moreno también pasó por el Viejo Continente.
En Italia jugó para el Virtus Ragusa, Scafati Basket y Virtus Bologna. Tras tres temporadas en Europa decidió pegar la vuelta. Se sumó a River, en la última campaña del Millonario en la Liga Nacional. Después con Libertad de Sunchales ganó la Liga Sudamericana 2007. Su talento fue decisivo ante el Franca de Brasil.
Cerca de Paraná, adelantó que se iba a retirar con la camiseta de Echagüe, el club que lo vio nacer. Volvió al AEC, en la 2007/08. Cuando muchos pensaban que el básquet ya era parte del pasado, sorprendió al sumarse a Talleres para jugar el Dos Orillas. Jugó poco, pero al menos le dio el gusto a su papá de hacerlo en el club de sus amores.
De vuelta a General Roca, de donde es su esposa, aceptó ser parte del equipo Del Progreso, con quien dio los últimos pasos hasta decir basta.
Leopoldo Ruiz Moreno tuvo su oportunidad en la selección argentina. Lo hizo representando al país en el Sudamericano de 1995, en Montevideo, y correctamente, tal es así que estuvo en la consideración de Guillermo Vecchio para ir a los juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Finalmente el DT se decidió por otro entrerriano, Daniel Farabello.