“Cumplí una etapa en esta defensa”, dijo Pierri a Télam y, además, explicó que su alejamiento de la causa se debe a cuestiones “personales y familiares” y que no tiene que ver con la posibilidad de que la víctima haya sufrido un abuso sexual antes de ser asesinada.
De todas formas, el letrado anticipó que continuará al frente de la defensa en la ampliación de la declaración indagatoria que deberá prestar Mangeri y en la fundamentación ante la Cámara de las nulidades planteadas, y que recién entonces, dejará la causa.
Además, el profesional aclaró que “posiblemente continúe al frente de la defensa el abogado de Marcelo Biondi, acompañado por Facundo Alesinas”, ambos letrados pertenecientes a su estudio.
“Me está pasando el tren de la vida por delante, pero sigo confiando en Jorge Mangeri. Mi nene de seis años está muy afectado. Tengo un hijo abogado que está en Nueva York que también me dice que lo tiene muy afectado el caso. Mi mujer padece las consecuencias”, agregó el abogado.
“Siempre dije que si esta causa hubiera tenido un móvil sexual no hubiese sido el defensor. Mi decisión actual está relacionada a cuestiones personales y familiares estrictamente. Se lo prometí a mi hijo”, aseguró Pierri quien además mencionó un problema “de tiroides” como otro de los motivos que influyeron en su decisión.
Lesiones. Los 10 expertos del Cuerpo Médico Forense (CMF) que participaron de la junta médica por el caso volverán a reunirse, cuando finalicen los estudios complementarios, para definir si hubo o no un ataque sexual, informaron fuentes judiciales.
El decano del CMF de la Corte Suprema, Roberto Luis María Godoy, le sugirió al juez de la causa, Javier Ríos, que en vez de enviarle a él los resultados de los estudios histopatológicos sobre las 55 muestras de tejidos y huesos que se extrajeron del cadáver de Ángeles, será la junta médica la que evaluará esos análisis para darle al magistrado una conclusión definitiva.
Los histopatológicos –la observación en microscopio de los tejidos– definirán, entre otras cosas, si las lesiones genitales y paragenitales que presentaba el cuerpo de Ángeles son de carácter vital o post mortem.
Cuando el 26 de agosto la junta presentó su informe, de 95 páginas sobre las causas y circunstancias de la muerte de Ángeles, mencionó que “hay presencia de lesiones paragenitales y genitales que impresionan como de etiología contusa, de naturaleza equimótica y de presunto carácter vital, como las descriptas en casos de abuso sexual”.
Pero aclaró que “la interpretación definitiva de esas lesiones queda supeditada al estudio histopatológico de las mismas, a fin de ratificar, rectificar y/o complementar dicha apreciación”.
“Ya estarían terminados todos los análisis histopatológicos de las partes blandas, pero aún faltan los de las partes óseas que llevan más tiempo porque para observarlos en el microscopio se necesita un proceso de ablande de las muestras”, dijo a una fuente judicial a la agencia estatal.
La misma fuente de la investigación estimó entonces que recién el juez Ríos podría tener una confirmación o una rectificación sobre las presuntas lesiones provocadas en un ataque sexual “para mediados o fines de octubre”.
Pasos. Recién después de ese nuevo informe que presente la junta, el juez Ríos tiene planeado ampliarle a Mangeri su declaración indagatoria, como le sugirió la Sala VI de la Cámara al confirmar el procesamiento y la prisión preventiva del portero, pero recalificar el hecho como un homicidio simple.
El juez Ríos esperará para indagarlo porque en caso de que el CMF le ratifique que hay lesiones de carácter sexual, le volverá a imputar a Mangeri un homicidio agravado, esta vez, “críminis causa”, es decir, matar para ocultar otro delito –en este caso el ataque sexual– y lograr la impunidad, lo que se castiga con prisión perpetua.
Para la nueva junta médica, la defensa solicitó hace unos días que de la misma participe el cuestionado médico que practicó la autopsia, Héctor Félix Konopka, para que tenga “derecho a réplica”, ya que todas sus conclusiones fueron rebatidas por sus colegas del CMF.
Konopka aseguró en su momento que Ángeles murió por los múltiples traumatismos que sufrió al ser compactada en el circuito de la basura, que tuvo una “prolongada agonía” y descartó el estrangulamiento y el abuso sexual.
En cambio, la junta dictaminó que la chica murió sofocada y estrangulada por su asesino en una maniobra que no duró más de cinco minutos, entre las 11 y las 17 de aquel 10 de junio, antes de que su cuerpo ingresara a la compactadora de basura y que presentaba lesiones genitales y paragenitales.