Juventud Unida, dirigida por “Beto” Acosta, consiguió un punto de oro en “el Jardín de la República”. Al menos hasta este lunes por la tarde, momento en el que se jugarán los 48 minutos que faltan del partido suspendido por la lluvia en Sunchales entre Libertad y San Martín de Tucumán, es el único puntero de la Zona Norte.

Los 90 minutos frente a San Jorge, que nunca tuvo la brújula del partido, no se le dio el gol al “Decano” entrerriano por las buenas intervenciones del arquero Nicolás Caprio.

Durante los primeros minutos del partido, ambos equipos se midieron: San Jorge se paró de contra y Juventud llegaba al área de los locales con toque, buen juego y peligro.

Federico López fue el primero en avisarle a los locales que los de Gualeguaychú querían más: a los 10 minutos, trepó por el lateral izquierdo, dejó en el camino a unos cuantos y sacó un potente remate que se fue por encima del travesaño.

Unos minutos después, Caprio le dijo no a Pereyra y luego tapó un remate de Juan José Weissen.
San Jorge contestó rápidamente la arremetida decana a través de Ricardo Tapia, quien después de dejar atrás al mediocampo decano, desbordó, tiró el centro que Abel Olmos, pese a tirarse de palomita frente al arco, no pudo conectar.

En el momento de la levantada tucumana, se retiró lesionado Fernando Fontana, uno de los pilares de la defensa local. Lo reemplazó Gonzalo Rodríguez.

"El Expreso" siguió intentando, pero fueron más insinuaciones que ataques concretos y efectivos. El reemplazante del lesionado Emilio Rébora, el correntino Luciano Ramírez, no tuvo mucho trabajo durante los primeros 45 minutos. El primer tiempo se fue con un remate de Cristián Fornillo que Caprio rechazó con los puños.

El segundo tiempo

En el complemento, Juventud atacó de entrada: tras un desborde de Jonathan Hereñú, pateó al arco y el disparo se desvió en un defensor tucumano y casi se le mete a Caprio, pero el Uno siempre estuvo despierto y le puso un candado a sus tres palos.

San Jorge respondió con contragolpes, pero los de Gualeguaychú, bien parados en el mediocampo y en el fondo, se las ingeniaron con oficio y orden para frenar toda intención de avanzar hacia los dominios de Ramírez.

A poco del final, Juani Weissen tuvo la más clara: solo ante Caprio, remató y el arquero salvó la caída de su valla con una tapada espectacular.

Pero hubo unos segundos para otra más para el goleador: mientras los defensores de San Jorge se quedaron reclamando un offside inexistente, Weissen definió sobre Caprio y la pelota cayó sobre el techo del arco.