26 de noviembre de 2013 |
Torneo Argentino "A". |
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GIMNASIA EMPATO CON ANTONIANA DE SALTA.
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Gimnasia de Concepción del Uruguay y Juventud Antoniana de Salta aburrieron anoche en el Núñez en 90 minutos para el olvido, con poco fútbol y pocas chances en ambos arcos. El partido correspondió a la 15ª fecha del Torneo Argentino A, fue empate sin goles y dejó al Lobo uruguayense entre los tres últimos de la tabla. Ahora recibirá a Libertad de Sunchales por la Copa Argentina, el miércoles en el Núñez, y el próximo domingo visitará a Juventud Unida en Gualeguaychú.
Lo de anoche fue malo por donde se lo mire, porque generó menos que otras oportunidades, no mostró esa rebeldía que tuvo ante otro salteño, Gimnasia y Tiro, para dar vuelta el resultado. A esto se agregan los cambios. Pocos riesgo tomó el técnico a la hora de ir a buscar el resultado, cambiando puesto por puesto y dejando más de lo debido a Sergio Umpierrez en el banco, cuando el partido lo pedía a gritos. La primera parte fue horrible, de lo peor que se vio en el Núñez desde hace mucho tiempo atrás. Gimnasia ilusionó a los tres minutos, tras un gran centro de Sagarzazu mandó un gran centro que Rodríguez bajó de cabeza para que Castilla resuelva con una media chilena que se fue por arriba del travesaño. Buena llega. Pero la única hasta casi el final. Enfrente, Juventud Antoniana era menos que Gimnasia, mostrando las mismas falencias y limitaciones que el local. Recién llegó a los 23’ con un cabezazo de Sánchez que terminó en las manos de Catriel Orcellet. Y sobre el final, apareció otra vez el Lobo con Loncho Rodríguez intentando la gambeta larga que terminó en las manos de Viola. En medio de esto, el pibe Lazza fue reemplazado por Nico Torres, que pasó a formar dupla central con Tissera. LO MISMO. En la parte final, Gimnasia adelantó sus líneas, fue un poco más arriba, a buscar el gol. Pero Aquino y Scaglia no estaban encendidos y solo quedaba la potencia de Sagarzazu, quien mantuvo altas las expectativas ofensivas. Hilario Bravi mandó a Lucas Ojeda sacando a Castilla y más tarde a Sergio Umpierrez por Rodríguez, cuando todo pedía más gente en el área, más potencia para buscar el gol, el que le diera la victoria. Papo Umpierrez y Gómez le rompieron las manos a Viola, en las dos más claras de todo el partido para Gimnasia. Los últimos diez finales se fueron con el local buscando siempre pero sin ideas y con pasmosa lentitud, ante un equipo salteño que se replegó en su área, esperando con firmeza el ataque del dueño de casa. Presa, dejó pegar demasiado y llamativamente no aplicó las mismas reglas con los visitantes que si lo hizo con los locales, dio tres minutos de adicional. Pero ya era tarde. El gol no llegaría y estaba bien, por lo ordinario del partido y porque ninguno de los dos mereció la victoria. Se fue otra chance del Lobo se pegar el salto. Ahora tendrá revancha el miércoles, por la Copa Argentina, ante Libertad de Sunchales, y luego, el domingo en Gualeguaychú, justo los dos encumbrados de la Zona Norte. Ya dejó pasar una noche. Tiene dos paradas bravas que definirán su futuro.
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