El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, se reunieron con integrantes de la mesa chica de la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló. Durante el encuentro, que se realizó en la Casa Rosada, se analizaron las expectativas salariales con respecto a las paritarias del año próximo, con un capítulo especial sobre productividad, la puesta en marcha de la ofensiva contra el empleo ilegal, los acuerdos de precios que anunció el Gobierno y temas referidos a las obras sociales completaron la agenda de la reunión.
Caló llegó a la Rosada acompañado por el secretario adjunto de esa CGT, Andrés Rodríguez (UPCN); el secretario gremial, Omar Viviani (Taxis); José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), y Armando Cavalieri (Comercio). Una hora después se retiraron del despacho de Capitanich sin formular declaraciones a la prensa acreditada en Gobierno.
En efecto, dentro de la intensa agenda que el jefe de ministros desarrolló en la víspera la reunión con la CGT se manejó con absoluta discreción. Incluso fuentes de la central obrera le comentaron a este diario que si bien hubo algunos sondeos durante la tarde del domingo, recién ayer por la mañana se confirmó su realización. De allí que algunos integrantes de la mesa chica, como el jefe de la Uocra, Gerardo Martínez, no pudieron asistir debido a otros compromisos que tenían previstos en sus organizaciones.
Posibilidades. Más allá del hermetismo desde el Gobierno, anoche no descartaban que la reunión con la CGT configurara una previa a otro encuentro que también convocaría a los dirigentes sindicales de esa central y la CTA de Hugo Yasky, pero esta vez junto a las cámaras empresariales y de la que podría participar la presidenta Cristina Fernández.
Allí el Ejecutivo lanzaría el Plan Integral de Combate al Trabajo No Registrado, que la jefa de Estado motorizó desde el anuncio sobre el monto del Salario Mínimo Vital y Móvil, “para incorporar al esquema de derechos al resto de los trabajadores del país”. Para esa meta, consensuada con los empresarios y dirigentes de la CGT y la CTA, se desarrollaron diferentes mesas de trabajo que determinaron el nuevo esquema.
Una parte de las medidas tendría entrada en vigencia de inmediato mientras que otros tópicos, el denominado monotributo laboral entre ellas, serían presentados al Congreso como un proyecto del Ejecutivo, descontándose su aprobación para el año próximo. “Además de complementar un incentivo para las micropymes, este sistema tiene una gran ventaja, toma en cuenta la productividad de las empresas”, destacaron desde la CGT.
Según informó el diario Buenos Aires Económico, el registro de empleadores es otro de los puntales del esquema que propiciaron desde la cartera a cargo de Carlos Tomada. Este martes, desde las 17 en la sede de UPCN, los integrantes de la CGT Caló analizarán en detalle la reunión mantenida con Capitanich y el ministro de Trabajo.