Las altas temperaturas no dan tregua en gran parte del país, y se mantienen vigentes los sistemas de alertas –naranja y amarilla– que emite el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
 

Pese a algunos pronósticos, no se registraron lluvias en territorio entrerriano, a excepción de leves lloviznas en el Departamento Victoria, que dejaron como registros 0,2 milímetros en Doll y 0,4 milímetros en Pajonal.
 

Las temperaturas máximas fueron uniformes: llegaron hasta más de 36º, según las estaciones meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, y desde horas de la mañana, las marcas térmicas que estaban por encima de los 30º.
 

En la capital provincial, según ese sistema de monitoreo, la temperatura máxima fue de 37,1º.
 

Los pronósticos para los próximos días no muestran cambios significativos: entre hoy y el sábado las temperaturas máximas no serán inferiores a los 35º, aunque las mínimas, en las primeras horas del día, podrían ser algo menores a las registradas en los últimos días, ya que se podrían ubicar cerca de los 20º. Las jornadas se presentarán con escasa o variable nubosidad, por lo que algunos pronósticos elaborados por otras instituciones o especialistas, no descartan posibles precipitaciones aisladas, que no modificarán en demasía el cuadro de ola de calor imperante.
 

Pese a esa situación, y luego de dos días de cortes consecutivos de energía eléctrica en la provincia, no se denunciaron oficialmente fallas en el sistema eléctrico durante la jornada de ayer.
 

Al respecto, el gobierno nacional admitió que no descarta aplicar cortes programados y rotativos de luz, como se implementó en los años 80, ante el colapso energético que dejó a miles de usuarios sin electricidad en medio de una fuerte ola de calor.
 

Al ser consultado sobre esa posibilidad, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, dijo en rueda de prensa que debe ser evaluada “jornada tras jornada en virtud de la temperatura promedio y niveles de funcionamiento”. El funcionario admitió que podría ser una “solución” contar con “un mecanismo rotatorio” de cortes para que estos sean “inferiores y los tiempos de interrupción también”.
 

Miles de usuarios de Buenos Aires y su populoso cordón urbano y de la ciudad de Rosario, 300 kilómetros al noreste, sufren desde hace varios días cortes de luz de varias horas e incluso de varios días, problema del que el gobierno ha responsabilizado a las distribuidoras de energía y que admitió que volverá a repetirse.
 

Los vecinos de la capital cortaron calles y protestaron golpeando cacerolas. Durante la ola de calor que se prolonga desde hace seis días se han alcanzado los 36º.
 

En enero de 1989, durante el gobierno del entonces presidente Raúl Alfonsín, se llevaron a cabo cortes programados rotativos de luz debido a los problemas de generación energética por una sequía y el bajo caudal de varios ríos, así como por dificultades en dos plantas nucleares. Los cortes en la capital y localidades vecinas eran de cinco o seis horas por turno y se producían en días y zonas alternativas.
 

La otra solución para encarar este problema es el “ahorro energético”, dijo Capitanich, al cuestionar el derroche de energía que hacen los argentinos con el uso excesivo de los aires acondicionados.
 

Según el gobierno, el Estado ha propiciado en los últimos 10 años que el sistema energético aumentara en 10.000 megavatios, pero el fuerte crecimiento de la demanda industrial y domiciliaria ha sobrepasado esa inversión.
 

Analistas han atribuido los cortes de luz a una mezcla de falta de inversión de las empresas y de planificación estatal en el sector energético.