En la noche inaugural del Festival de Doma y Folclore de Jesús Marúa murió la yegua La Polca, y revivió los malos momentos de las dos que fallecieron en la última edición, La Pampeana y La Roseta, que provocó fuertes reacciones.

Antes del ingreso de Los Nocheros se sucedieron varios accidentes y tensión, ante un anfiteatro que lució colmado. El primer aviso ocurrió pasada la medianoche cuando se pegó un porrazo feo, con algo de aplastamiento por parte del caballo, el jinete Víctor Maciel. Tuvo que ingresar la ambulancia para llevarse al representante de Tucumán que al poco de estar con los médicos mostró señales de recuperación.

Dos caballos después, la ambulancia tuvo que volver a ingresar para llevarse al campeón de la categoría gurupa surera, Ramón Córdoba, que la guapeó bien arriba de El Buen Amigo, un caballo que se fue dos veces al suelo y aplastó al jinete, pero en el apuro por sacarlo del aplastamiento, las patas traseras del caballo de uno de los padrinadores le pegó una fuerte coz sobre la zona izquierda de las costillas.

El silencio que bajó de las tribunas fue el signo de la preocupación.

Alrededor de las 1.30 ocurrió otro accidente: el reservado La Polca, del tropillero Trossero, se enredó una de las patas con las riendas, mientras era montado por el jinete Martín Leiva, y producto de ese enredo se asestó un autogolpe que terminó siendo fatal.

El hecho puso muy nerviosa a la organización que se las arregló para sacar al animal bien tapado del predio y disimulado en una camioneta que partió rauda hacia las afueras de la ciudad.